El sabio israelí Yuval Harari en su nuevo libro “Sapiens” nos da un da un nuevo y, en mi opinión, muy interesante e iluminador panorama de la evolución y de la historia humana, cuyos principales rasgos trataré de señalar en lo que sigue:
Principia señalando la importancia básica de lo que otros historiadores llaman “El Ascenso a la Plena Conciencia” y él “La Revolución Cognitiva”, que hace unos 72,000 años ocurrió en nuestra especie Homo Sapiens, entonces muy reducida en números, la cual se había originado hará unos 200,000 años, ya igual anatómicamente igual a nosotros, pero que hasta entonces, igual que las especies de homínidos que la habían precedido desde hace 2,500,000 años, había sido “Un Animal Sin Significancia”, situado a media altura en la cadena alimenticia.
A partir de ese ascenso o revolución, provocado por cambios en el “alambrado” del cerebro de los humanos,
y propiciado por el uso de un lenguaje ya muy articulado, adquiere tres nuevos dinamismos, el primero y más notable de los cuales es la necesidad imperiosa que tenemos de explicarnos absolutamente todo lo que percibimos, desde nuestra misma libre voluntad y las causas de todos los fenómenos cósmicos, meteorológicos y biológicos, que por falta de elementos científicos dieron origen a explicaciones mitológicas, llamadas en general “animismo primitivo”.
Los otros dos dinamismos fueron, el segundo, un avance tecnológico que le permitió situarse en la cima de la cadena alimenticia, provocando múltiples extinciones de animales grandes y, el tercero, la ocupación de todos los continentes a partir de África, incluso Australia y las Américas, que jamás habían sido ocupadas por homos.
De ahí pasa a lo que lama la Revolución Agrícola, ocurrida hace unos 10,500 años, es decir en 8,500 a.C., llamando la atención sobre el explosivo aumento de la densidad de población, la estratificación social de una mayoría de campesinos gobernada por guerreros y sacerdotes, logrando la cooperación de grandes masas de población que terminaron por crear las primeras civilizaciones 3,500 años a.C., mediante la habilidad para inventar ficciones o mitos para propiciar la colaboración de millones de seres humanos, poniendo como ejemplos notable dos famosas “constituciones”: El Código de Hamurabi en Sumeria-Babilonia unos 1776 años a.C. y la Declaración de Independencia de los EUA en 1776 d.C.:
En el primero el Rey declara que el código que está promulgando “Está basado en los eternos principios de justicia dictados por los dioses”; Mientras que los “Padres de la Patria” de las Trece Colonias Americanas declaran que “Todos los hombres han sido creados iguales por el Creador y dotados de ciertos derechos inalienables, como la vida, la libertad y la búsqueda de la Felicidad”.
Y comenta Harari: Ambas aseveraciones no son ciertas y sólo existen en la imaginación, pues la evolución trabaja en las diferencias y no está dirigida hacia la igualdad: Así que las humanidades dedican sus mayores energías en explicar cómo el orden imaginado “se teje en las tapicerías” de la vida humana. Concluye que los tres grandes movimientos que han ido uniendo porciones cada vez más grandes de la humanidad, han sido el comercio, sobre todo el que usa dinero como intercambio, la creación de imperios y la expansión de las grandes religiones que predican un orden super-humano, todos basados en órdenes imaginados.
Atte.- JVG.- 22-11-17