El presidente ruso Vladimir Putin explicó hoy que la operación militar en Ucrania; “es una medida forzada, ya que no nos dejaron ningún otro modo de proceder”. Los riesgos en el aspecto de la seguridad eran tan grandes que era imposible reaccionar de otra manera”. El presidente J Biden dijo hoy todo lo contrario: “Putin eligió la guerra, como lo dijimos durante semanas, él quiere restablecer la Unión Soviética, vamos hacer de Putin un “paria” en el escenario internacional  Biden agregó que Putin “está muy lejos” de lo que todos buscamos. De hecho, hoy The Guardian, vocero del imperio británico lanza la línea de que Putin ya no tiene “sentido de la realidad” y que en vez de ubicarse en los hechos contemporáneos se la pasa “profundizando en la historia y en la búsqueda de grandeza personal”. Sin embargo, a la hora de explicar las sanciones contra Rusia y Putin fue notable, para todos reportes del discurso, la ausencia del sector energético ruso, al que no tocó con sus sanciones, y la decisión de no sacar a Rusia del sistema de pagos SWIFT, que la dejaría fuera del sistema financiero mundial, equivalente a una “bomba nuclear financiera”. Según se reporta hoy, el canciller de Ucrania, D. Kuleba reprochó al G7 no haberlo hecho y los culpó de las muertes que habrá en esta guerra.  SWIFT es el sistema de pagos y transacciones financieras que usan unos 22 países y  unos 1220 bancos a nivel mundial y es principal conducto de las transacciones financieras. El problema es que Rusia es el usuario número dos en el mundo. Si es expulsada se colapsaría el sistema financiero y en especial el dólar, según los analistas. Rusia ha desarrollado, desde el 2014, un “Sistema de mensajería financiera” para no depender del SWFIT, pero es muy menor. La otra opción será que usará “el sistema de pagos de China”, que también es probable. Para ilustrar el problema de Biden y la OTAN es que, por ejemplo, las sanciones contra los bancos rusos Sberbank y VTB, causaron una caída de 50% en sus acciones, pero también hicieron caer las de Santander, Deutschbank y otros bancos occidentales. Por otro lado, al no tocar al sector energético las sanciones de Biden, seguramente para no afectar el suministro de un 40% del petróleo y el carbón de Europa y un 25% de su gas, se deja funcionando a la industria que le da al estado ruso 50% de sus ingresos, un 60% de sus exportaciones  y 30% de su PIB.  El resto de las sanciones a bancos, en el mercado de deuda, tecnología, afectan a Rusia en unos 2.4 billones de dólares, según dicho del propio ex presidente Trump y otras fuentes, pero “ya estaban contemplados” por Putin y eso no detuvo la operación militar.  Como lo ha explicado Putin, la operación en Ucrania busca hacer de ese país “una nación neutral” que no sea “títere” de la OTAN y acabar con los “nazis” que llegaron al gobierno con el golpe del 2014 (Maidan), financiado por Washington y porque, además, el actual gobierno de V. Zelenzky busca construir armas nucleares. Por eso la toma de Chernobil construida por los soviéticos. Los ataques a los aeródromos y otras instalaciones militares. La superioridad militar y tecnológica de Rusia es evidente y, según dijo Biden, no habrá participación de las tropas de su país. Dejaron sola a Ucrania, como ahora lo dice todo el mundo.