03/May/2024
Editoriales

Genaro Salinas

Azarosa y desventurada puede calificarse la vida del gran tenor Genaro Salinas Cardona, nacido en el barrio “El Cascajal” en el puerto de Tampico Tamaulipas el 19 de septiembre de 1918, hijo de Don Narciso Salinas y Doña Concepcion Cardona. Desde muy pequeño, su familia se traslada a Torreón Coahuila, donde muy niño trabaja en el Mercado de la Ciudad para ayudar a la precaria situación económica de la familia. Al poco tiempo regresa con su madre a Tampico donde habita en la calle Díaz Mirón número 406, muy cerca del Hotel Impala. La situación económica, obliga a su madre a lavar ajeno y a Genaro emplearse primero, en el puerto como “alijador” y posteriormente en la ostioneria “La Fluvial”.

  Poseedor de una privilegiada voz, se inscribe en la academia de canto “Giadam”, en Tampico. También se inscribe en un concurso de aficionados en la estación XES de Don Clemente Serna Martínez, donde obtiene el primer lugar, premio que utiliza en pagar el sepelio de su madre que muere días antes del concurso.

  En Tampico debuta en el Teatro Palma, triunfa y el empresario “Chato” Guerra, lo invita a viajar a la Ciudad de México pues ve en él a un gran cantante, es a finales de 1939 cuando debuta con gran éxito en el Teatro Lírico, de Roberto Soto. Debuta en la XEW, donde logra un gran éxito, sobre todo entre el público femenino y Pedro de Lille, locutor lo bautiza como “La voz de oro de la radio”.

  Regresó a Tampico para contraer matrimonio con María de la Luz Herrera Razo, joven tampiqueña con la que procrea dos hijos, Genaro Jr. y Concepcion Salinas, se mudan a México a vivir en la calle Dr. Márquez Sterling No. 37, luego se mudarían a un viejo edificio de departamentos en la calle Velázquez de León 109. Comienzan a llegar los triunfos artísticos con las grabaciones para la RCA  de canciones como “La número cien”, “mis noches sin ti” , “aquella tarde “ “Silverio”, “Adiós para siempre” y muchas más que llegaron a encumbrarlo a la fama como uno de los mejores cantantes del momento. Actuaba en el “Waikiki”, el “Folies Berger”. Estrena canciones en el “Ciros” del Hotel Reforma, donde es presentado por Don Luis M Farías y desde donde hacen una transmisión en directo de “Adiós Mariquita linda” para un programa dedicado al Escuadrón 201 vía telefónica hasta Manila Filipinas donde estaba dicho escuadrón.

  Regresa con su familia a Tampico para dejarla instalada y poderse mover libremente en giras y presentaciones tanto en México como en Sudamérica donde su fama había llegado. Poco duró el matrimonio, se separaría de su esposa y se quedaría con sus dos hijos que vivirían con él hasta su muerte y se quedarían a vivir en Argentina.

  Sus grandes éxitos y su triunfal carrera, le trajeron ciertas envidias y recelos de algunos cantantes ya consagrados que vieron en Genaro Salinas afectados sus intereses , obstaculizando su desarrollo artístico, comenzando con la Asociación de Actores, esto lo declararía la cantante Amparo Montes , quien consideraba al cantante, como la mejor voz que se hubiera escuchado en México. Otros lo calificaban como “La voz más hermosa que ha tenido el bolero”

  Ante tal bloqueo, decide buscar nuevos horizontes, viaja a La Habana donde triunfa en el “Copacabana”. Sigue a Sudamérica donde comienza de nuevo una exitosa carrera, realizando giras por Colombia, Chile, Perú, ArgentIna y Venezuela, grabando innumerables canciones que fueron grandes éxitos para la firma “Odeon”. De esos años son las canciones “Conozco a los dos”, “Celos”, “Así”, “Traicionera”, “Ansiedad”,”Noviecita”, “Cosas del ayer” y muchas más que se hicieron populares en toda Sudamérica y México.

  Su final, en Venezuela, fue triste y lleno de dudas, el 29 de abril de 1957 a las 7.45 de la noche, fue encontrado agonizando en medio de un charco de sangre y con el cráneo fracturado en el túnel que une la avenida Victoria, con la urbanización Los Chaguaramos en Caracas. Fue llevado a un hospital donde falleció. Había llegado a Venezuela 8 meses antes y había realizado giras y presentaciones en teatros y estaciones de radio, no pasaba por una buena situación económica y vivía en casa de la cantante Graciela Naranjo,  pues el empresario que lo contrató no le había pagado. Su muerte fue un misterio ya que gobernaba la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y se denunció que su muerte se debió a problemas pasionales. Con la intervención de Alfredo Sadel, se comunicaron con la ANDA en México para pedir ayuda económica para trasladar sus restos a Argentina donde residía con sus hijos y su esposa, contestándole que no tenían fondos para trasladar el cadáver y que lo podían sepultar en Caracas. Todos los artistas venezolanos iniciaron una colecta para costear los gastos de embalsamamiento en el Hospital Vargas y la agencia funeraria “La Coromoto” no cobró , regalándole la urna y el Consulado de Argentina  cooperaron para que el cadáver del cantante fuera trasladadado vía aérea a Buenos Aires. Allí lo recibirían sus hijos , María Elena Tortolero, con la que se había casado años antes para ser sepultado en el panteón de “La Chacarita”.

  En un aniversario más de su muerte, vale la pena recordarlo porque aún se escuchan sus canciones y su maravillosa voz.

 

  Fuente: Biografía de Genaro Salinas. Omar Martínez Benavides.