En estos tiempos en los que ya no nos cabe duda de que el sistema económico mundial o globalizado está “enfermo” de algo, tanto así que las potencias anglosajonas de EUA y Gran Bretaña están tratando de salirse, cuando menos de las partes más congestionadas del mismo, considero que es muy importante conocer todos los factores que están causando esa “enfermedad”.
Algunos de los factores, que ya han sido reconocidos, no tienen nada que ver con ningún país en particular, como son la formación de enormes empresas en las que todo el conjunto de los miembros de su consejo directivo tienen sólo una parte pequeña de sus acciones de propiedad, por lo que manejan esos gigantes sólo en su propio beneficio, no en el del público en general. Otro gran problema es la falta de una gobernanza mundial que regule el comercio y los flujos de grandes capitales.
Pero algunos de los problemas de la Globalización sí tienen que ver con la manera de comportarse en el aspecto económico de algunos de los principales países. La revista “The Economist” ha estudiado en artículos recientes el comportamiento de Alemania en este aspecto, que me han parecido muy interesantes por sus efectos mundiales: A primera vista su tamaño económico no parece ser demasiado importante, pues ocupa sólo el 4° lugar, después de EUA, China y Japón: Pero una vez que se toman en cuenta también las de sus 8 países vecinos, cuyas economías están “engranadas” con la suya, y que son: Holanda, Bélgica, Suiza, Austria y los 4 Países Escandinavos, entonces estamos hablando de un gigante económico con un PIB de casi 7,000 billones de dls. por año, contra los 14,500 de EUA y superior a los de los dos gigantes asiáticos (China 5,815 y Japón 5,459).
¿Qué es lo que tiene de especial su comportamiento económico? En pocas palabras, que produce demasiado y consume demasiado poco, lo que resulta en un superávit de unos 300 billones de dls. al año, que es el mayor del mundo y al que habría que añadir los de sus 8 vecinos. Este enorme ahorro hace que los países “gastadores”, como España, Italia y Grecia en la misma Europa, más muchos otros del Tercer Mundo, se endeuden irremisiblemente, pues no pueden recuperar sus gastos vendiendo lo que producen a esos países demasiado ahorradores.
¿Qué es lo que explica este comportamiento inusual? Desde luego las penalidades que su población tuvo que pasar para recuperarse de las dos Guerras Mundiales, por lo que fueron formando la costumbre inveterada de que los sindicatos aceptaran relativamente bajos salarios a cambio de que los empresarios invirtieran sus ganancias en construir nuevas fábricas y así emplear a todos los alemanes. El problema es que esa penosa situación ya es cosa del pasado, de modo que ahora, con su bajo crecimiento poblacional, está teniendo que recurrir a la inmigración para completar su fuerza laboral.
Por eso “The Economist” dice con respecto a la reciente reunión en Hamburgo de las potencias económicas: Ángela Merkel tuvo razón en lo general, al decir que “la solución al problema económico es fortalecer el libre comercio”, pero errada en lo particular, al no mencionar que eso requiere de reciprocidad entre gastos y compras y que Donald Trump estuvo errado en lo general, al proponer el aislacionismo, pero acertado en lo particular, al llamar la atención a Alemania por su enorme superávit.
Atte.- JVG.- 06-09-17.