En medio de una avalancha de cifras triunfalistas el gobierno de Enrique Peña Nieto anuncia su decisión de llevar a cabo el desmantelamiento final de Petróleos Mexicanos (PEMEX) o lo que queda de éste. Anunciando primero, por parte de la SHCP que la caída de los ingresos de la otrora paraestatal había sido de 32.9%, debido a una caída en el precio del petróleo de un 49.3% y del gas natural de un 34.7% de la producción en un 6.9% , lo cual habría llevado a una caída en sus ingreso de más de 390 mil millones de pesos (mdp), el gobierno anuncia también que despedirá a varios miles de trabajadores de Pemex y que concesionara a la iniciativa privada sectores básicos de la empresa como sería el manejo de ductos o la reconstrucción de puertos petroleros en donde, supuestamente, inversionistas privados invertirán 50 mil millones de dólares (mdd).
El número de empleados de gobierno que serán despedidos este año 2016 será de 15 mil en total pero de ellos "2 de cada 3" serán de Pemex. Después de estos anuncios ya de por si graves, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Codwell, declaró que la caída del precio del petróleo había sido de 70%, lo cual quiere decir que los números presentados un día antes por la SHCP eran falsos y que la caída de los ingresos petroleros para el gobierno ha sido mucho mayor y , por lo tanto, que se tendrán que hacer más recortes y más entregas de las áreas de operación y funcionamiento de Pemex . Si la reducción es proporcional a la caída del precio del petróleo o de los ingresos petroleros de Pemex solo quedara si acaso un 40% de lo que alguna vez fue la empresa paraestatal más importante del país.