Hace unos días, en el foro de Boao en Hainan, China;  un funcionario de salud de China hizo notar que más de 5 mil millones de seres humanos no tienen vacunas anti Covid -19 mientras que 1200 millones si la tienen.  Pero no sólo este funcionario chino ha hecho notar esa injusticia sino que también el diario norteamericano The Wall Street Journal reportó esta semana, en su primera plana, que;  “Las naciones pobres se quedan atrás mientras la vacunación se estanca”.  El diario neoyorquino hace notar que los países ricos, con sólo un 16% de la población mundial, tienen el 53% de los suministros de vacunas anti Covid-19 en el mundo  y que el mecanismo Covax que fue diseñado por la ONU para ayudar a los países pobres  --a 92 de ellos--, se ha retrasado y no podrá suministrar a esos países los 200 millones de dosis que se prometió para este año y sólo podrá cubrir con la primera dosis de la vacuna a un 30% de su población,  si es que los Estados Unidos acepta aumentar su contribución en 2 mil mdd.  Además, la vacuna AstraZeneca, que es la que suministrará el 50% de las vacunas a esos países pobres,  ha sido sujeta a una campaña internacional de desprestigio y descalificación presentándola como causante de coágulos y posibles infartos cerebrales entre quienes la usen.  Astra Zeneca además ha sido víctima de tortuguismo en el suministro y en la producción dentro de Europa de los países europeos donde se produce.  Según declaró hace una semana el secretario de Estado de los EU, Anthony Blinken , su país ha decidido vacunar primero a su población para después pensar en ayudar a otros países. En el caso de México, a donde EU envió 2.5 millones de vacuna AstraZeneca;  lo hizo porque éstas no están autorizadas para su uso en el interior del país, pero suspendió envíos a otros países y también redujo la exportación de materias primas para vacunas.  

  Debido a esta lentitud o “estancamiento” en el suministro de vacunas, diferentes países han buscado proveer en China o Rusia con vacunas como Cansino Biotech o Sputnik V. Naciones con gobiernos más racionales que aplican el principio básico de la epidemiologia; ¡Sino estamos seguro todos, nadie está seguro!.  De hecho Argentina ya fabricó, en acuerdo con el gobierno ruso, el primer lote de 29 mil vacunas Sputnik V que fueron enviados a ese país para su prueba.  Otros países como México han recibido millones de dosis de esas vacunas. Sin embargo, como lo demuestra el violento rebrote de la pandemia Covid-19 en la India, donde se alcanzaron ya hasta los 300 mil contagios diarios; y como lo reconoce The Wall Street Journal en el reporte mencionado;  cuando los países pobres “se quedan atrás” en la aplicación de la vacuna, la presencia del virus Covid -19 en esas poblaciones da lugar, irremediablemente, a mutaciones o cepas nuevas del mismo virus, más agresivas y virulentas.  Si el primer mundo niega las vacunas a las naciones pobres que son mayoría en el planeta, entonces está permitiendo el surgimiento de  nuevas cepas o mutantes del virus que eventualmente atacarán a esos países aún en el caso de que están vacunados hasta en un 50% de su población, como lo demuestra el caso de Inglaterra que hoy padece el ataque de la variante B.1.1.7 del Covid.  Si a esto se suma la pobreza, la destrucción de sus sistemas hospitalarios y de salud, la mala alimentación etc. las naciones de África, Asia o Latinoamérica,  hoy sin vacunas suficientes, se han convertido en campos de cultivo para rebrotes de Covid o nuevas variantes y, por qué no, para el surgimiento de nuevas epidemias.