Una de las críticas que hacen los opositores a la IVT del gobierno del presidente AMLO, es el hecho de que mientras están en marcha grandes proyectos de desarrollo en el sureste del país (Tren Maya, Tren del Istmo, 2 Bocas) o en la CDMX como el aeropuerto de Santa Lucia o el tren México-Toluca, en el resto de las entidades muchas obras están paradas e inconclusas desde hasta hace 10 años en algunos casos como es el caso de la Línea 3 del Metro en Monterrey. Sabemos que para el Tren Maya se destinaran este año 37 mil millones de pesos (mdp); y que para el Tren México-Toluca 7 mil mdp; o que se destinaron 7 mil mdp para terminar el tren Ligero de Guadalajara y, aquí en Nuevo León, el proyecto de un tren Suburbano que atraviese el área metropolitana, con un inversión de 6,800 mdp, todavía no cuenta con una asignación directa dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021.
La dificultad que enfrenta el gobierno de AMLO para poder cubrir todas esas necesidades, proviene del hecho de que la deuda total del gobierno, el llamado Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) ha venido aumentando de los 10.6 billones de pesos que recibió el actual gobierno, a 12.6 billones de pesos este año y aumentará hasta 13.5 bdp el próximo año según los cálculos de la SHCP. Sólo para cubrir los “costos financieros” de esta deuda, es decir el pago de intereses, comisiones y otros rubros; se destinarán hasta 752 mil mdp y el próximo año, si le salen las cuentas a la SHCP, se erogarán 723,898 mdp y eso sin que la deuda deje de crecer. Ninguno de estos rubros del gobierno federal recibirá tantos recursos en el 2021. Para el sector salud, a donde va la mayor parte del gasto debido a la pandemia y el estado desastroso del sistema de salud, serán 667,236 mdp. Los estados y municipios son los que recibirán un monto parecido al del pago de intereses de la deuda pues recibirán 777,842 mdp en participaciones federales. Aun así, sabemos todos que varios gobiernos de los estados alegan que no son suficientes los recursos que se les participarán dentro del presupuesto general y hay una demanda de modificar el pacto fiscal federal que data desde 1982. La única forma en que el gobierno federal pudiera obtener recursos suficientes para atender más necesidades e iniciar más proyectos que movilicen la economía real del país, generen millones de empleos y aumenten la producción de alimentos, bienes de consumo e industriales; sería pidiendo, como señaló el presidente AMLO la semana pasada; “Que nos traten como a Argentina, que les concedieron una quita de casi la mitad de su deuda; “ y además una baja a la mitad en los intereses de ésta. Es decir, que México tiene que exigir una reducción o quita de su deuda que le permita obtener recursos para invertir en proyectos y obras que impidan que se genere una crisis por insuficiencia de empleo y producción de bienes. Hasta este momento, la SHCP se ha dedicado a sólo “patear el bote”, es decir, haciendo permutas de una deuda que se vence este año, por otra que se venza más adelante, pero sin lograr obtener casi nada de “ganancia”. Ese no es el camino. Lo que Argentina acaba de hacer es el único camino para la IV T.
