21/Nov/2024
Editoriales

El pasado en EL PORVENIR

 Juan Bautista Chapa

 

            Cronista anónimo y

             primer poeta de N.L.

 

 Durante mucho tiempo permaneció incógnito. Sin embargo, un buen día el historiador Israel Cavazos Garza lo descubrió. El nombre del Cronista Anónimo era el de Juan Bautista Chapa, continuador de la obra iniciada por el Cronista Alonso de León, primer cronista de estas tierras. Pero además, Juan Bautista Chapa es el poeta más antiguo de Nuevo León y del noreste de México. Y también es el genearca del apellido Chapa en Nuevo León.

 

            Este día --20 de abril de 1995-- lo recordamos en ocasión del tercer centenario de su fallecimiento.

 

            Junto con el Capitán Alonso de León y el General Fernando Sánchez de Zamora, nos legó una crónica escrita en el siglo XVII, que constituye una de las joyas más valiosas de la historiografía de Nuevo León. Fue publicada con el título de "Historia de Nuevo León", con noticias sobre Coahuila, Tamaulipas, Texas y Nuevo México.  El propio Cavazos Garza se encargó de elaborar el estudio preliminar y las notas de este documento de inapreciable valor, del cual se han hecho varias ediciones.

 

            Esta obra ha venido a contribuir al mejor conocimiento de la colonización del Nuevo Reino de León. Cabe señalar que el original fue encontrado en la biblioteca del canónigo D. Vicente de P. Andrade y dado a conocer por el bibliógrafo mexicano D. Genaro García, quien lo incorporó a su Colección de Documentos inéditos o muy raros para la historia de México en 1909.

 

            Las tres crónicas reunidas en dicho volumen son importantes. La de Alonso de León abarca desde los orígenes hasta el año de 1649. Posteriormente viene la del autor anónimo, que ha sido identificado como Juan Bautista Chapa (desde 1650 hasta 1690) y la última es la Relación hecha por el general Fernando Sánchez de Zamora, en torno al descubrimiento del Río Blanco y la evangelización del sur de Nuevo León.

 

            En esta ocasión habremos de referirnos a Juan Bautista Chapa, quien nació en Abísola, Génova, Italia, en el año de 1630. Fueron sus padres Bartolomé Chapapria y Batestina Badi. Tenía apenas 17 años de edad cuando llegó a la Nueva España y tres años después --en 1650-- Alonso de León lo trajo al Nuevo Reino de León.

 

            Entre los cargos que ocupó, figuran el haber sido secretario de tres gobernadores: Martín de Zavala, León de Alza y Nicolás de Azcárraga. Participó en las jornadas que el General Alonso de León (hijo) llevó a cabo en Texas, y fue el redactor del acta de fundación de Monclova (1689).

 

            Fue precisamente durante el viaje a Texas, cuando se elaboran los versos más antiguos que se conocen en el noreste de México --atribuidos a Chapa--- y que ahora, aunque sea en parte, transcribimos aquí:

 

            Sitio funesto y triste,

            donde la lobreguez sola te asiste,

            porque la triste suerte

            dio a tus habitadores fiera muerte.

            Aquí solo contemplo

            que eres fatalidad y triste ejemplo

            de la inconstante vida,

            pues el enemigo fiero y homicida,

            tan cruel y inhumano,

            descargó su crueldad con terca mano

            sobre tanto inocente,

            no perdonando al niño más reciente.

 

            Por otra parte, Chapa continuó la labor que iniciara el Cronista Alonso de León, quien falleció en 1661. Aunque lo hizo en forma anónima, su identidad fue descubierta más de dos siglos y medio después por el historiador Cavazos Garza.

 

             Además de Cavazos Garza, otros historiadores se han ocupado de este personaje. Entre ellos, hemos de mencionar a Tomás Mendirichaga Cueva, quien lo incluyó en su obra "Apellidos de Nuevo León" (1993) y Norman P. Brown, de la Universidad de Texas, quien elaboró un estudio de los descendientes de Juan Bautista Schiapapria (Chapa) en 1990.

 

            Chapa continuó la labor de Alonso de León --según explica-- "para que no queden sepultados en el sepulcro del olvido los singulares discursos que hizo el capitán Alonso de León (que en gloria sea)".

 

             Y luego agrega: "Bien reconozco cuánto trabajo y peligro es escribir historias en estos tiempos; por la incredulidad de algunos y por la censura de otros, que se precian de reprobar desvelos ajenos. Pero aun bien que los leyeren estos malos rasgos, aunque, cuales otros zoilos, los reprueben; no me podrán señalar con el dedo, porque soy autor incógnito. Y, faltándoles el conocimiento de mi persona, no tendrán blanco en que asestar el tiro, como lo hizo el dichoso Zoilo, reprendiendo los escritos del Príncipe de los Poetas, Homero."

 

            Al final de la parte introductoria, explica que su intención es hacer una relación desnuda de adulación y vestida de la verdad.

 

            Gracias a Juan Bautista Chapa, tenemos noticia de los sucesos ocurridos entre 1650 y 1690 en el Nuevo Reino de León.

 

            Fue también Procurador del Ayuntamiento de Monterrey en 1668, 1669 y 1672. También fungió como Regidor en 1675 y 1678. Su vida concluyó un día como hoy, el 20 de abril de 1695, y sus restos fueron depositados en la iglesia parroquial, convertida posteriormente en Catedral de Monterrey.

 

            Además de todo lo anterior, Juan Bautista Chapa es el generaca del apellido Chapa en Nuevo León.

 

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PIE DE GRABADO

 

 

 

            "Para que no queden sepultados en el sepulcro del olvido".