El día de la designación de México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, el 17 de junio del 2020, su representante, el Dr. Juan Ramón de la Fuente, reiteró el compromiso de nuestro país con los principios de “solución pacífica de las controversias, la no intervención y la autodeterminación de los pueblos”, y agregó que dedicaría su posición dentro del CS, a evitar “el uso de la fuerza” en los conflictos internacionales. La Carta fundacional de la ONU, la Carta de San Francisco, del 26 de junio de 1945 también prohíbe el uso de la fuerza en los conflictos entre naciones. El principio básico del derecho internacional actual también lo prohíbe. En este momento, en que una peligrosa escalada de provocaciones diplomáticas y militares del gobierno de Joe Biden en Washington en contra de Rusia y su gobierno parece no detenerse y avanza peligrosamente hacia una posible guerra nuclear, nuestro país, como lo dijo el Dr. De la Fuente; “tiene la autoridad moral” para hacer un llamado a la paz y a la búsqueda de una solución pacífica en el conflicto, buscando “mecanismos flexibles” para evitar la confrontación militar. De hacerlo así, otros países miembros del propio Consejo de Seguridad así como de la Asamblea general de la ONU podrían también manifestarse y lograr un consenso a favor de una negociación entre los países envueltos en el conflicto como son Rusia, los miembros de la OTAN, Ucrania y demás países de la región Euroasiática.
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