11/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

 

Abril 27 de 1812: Atacan los insurgentes Mariano Matamoros y Miguel Bravo al Ejército realista dirigido por Calleja y Ciriaco de Llano, pero no alcanzan a introducir víveres a Cuautla –ciudad que estaba sitiada-, desde Amilcingo, del hoy Estado de Morelos. Estos hechos de guerra se dan mientras el virrey Francisco Xavier Venegas había recibido por conducto del diplomático español Luis de Onís, la versión de que Estados Unidos era hostil a España y planeaba extenderse rumbo al sur hasta el río Bravo, por lo que Venegas, tratando de no dividir más las fuerzas realistas peleando contra Morelos, intentó en un par de ocasiones llegar a negociar con El Siervo de la Nación, quien jamás tuvo la menor duda de por qué lado debería estar, ignorando esos mensajes de Venegas. Por otra parte, la información llegada de Washington, demuestra –por si fuera necesario- que los vecinos sajones del norte siempre quisieron tener al río Bravo como frontera, y hubieron de esperar treinta y cuatro años para que México perdiera Texas y les “vendiera” los enormes predios nórdicos que llegaban casi hasta Rusia, considerándolos un botín de guerra, tras la alevosa invasión y derrota militar de nuestro país.

Regresando a la insurgencia, es claro que Morelos tenía encendida la lucha contra los realistas que había iniciado Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y los primeros héroes de la independencia. Al día siguiente (Abril 28), ante el fracaso de hacerse de comestibles para su gente durante el sitio de Cuautla, Morelos cambió de estrategia, ordenando que se guardara un absoluto silencio en toda la ciudad, para desconcertar a los realistas. Hasta que lo consiguió, pues el día 2 de mayo de 1812, Morelos pudo romper el sitio de Cuautla con una sorpresiva y silenciosa acción militar, para reunirse con Víctor Bravo en Ocuitilco, en otra más de sus hazañas bélicas. José María Morelos fue un genio militar que, con un reducido grupo de hombres, traía loco a todo el Ejército realista…