Un grupo de militares venezolanos se declaró en rebeldía contra el régimen de Nicolás Maduro este 6 de agosto. El oficialismo asegura que el foco de sublevación en el Fuerte Paramacay del estado Carabobo ha sido sofocado
Venezuela - En un comunicado, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela alega que los insurrectos detenidos robaron algunas armas que hasta ahora no han sido recuperadas y aseguró éstos habían hecho declaraciones comprometedoras: “Los sujetos capturados han confesado haber sido contratados en los estados Zulia, Lara y Yaracuy por activistas de la extrema derecha venezolana en conexión con Gobiernos extranjeros”, reza un segmento de la nota oficial.
Allí se describe el suceso de este 6 de agosto como “un show propagandístico, una entelequia, un paso desesperado que forma parte de los planes desestabilizadores y la conjura continuada que se viene gestando, para intentar evitar que se consolide el renacimiento de nuestra república”. Se anunció que a la Fiscalía General Militar ya se le ha pedido iniciar la investigación de lo ocurrido en el Fuerte Paramacay, “que está claramente tipificado como delito militar”. La FANB agregó que Juan Caguaripano –presunto líder de la sublevación militar– había sido separado de la institución castrense por traición a la patria y rebelión hace tres años, cuando presuntamente “huyó del país y recibió protección en Miami, Estados Unidos”.
El presidente del Parlamento venezolano, el opositor Julio Borges, le pidió al Ejecutivo que informara verazmente sobre lo ocurrido este 6 de agosto en la la Brigada 41 de Blindados del Batallón Paramacay, en el centro-norte del país. “Queremos saber la verdad. (...) Que no nos vengan con una cacería de brujas, que no nos vengan a culpar a quienes queremos simplemente en Venezuela la vigencia de la democracia”, dijo Borges en el marco de un foro denominado “En defensa de la Constitución”.
El comandante general del Ejército, el mayor general Jesús Suárez Chourio, sostiene que lo ocurrido este 6 de agosto no fue un alzamiento militar, sino “un ataque terrorista”, enfatizando que la única “insurgencia de la patria” tuvo lugar hace 25 años y medio, cuando el fallecido presidente Hugo Chávez saltó a la palestra dirigiendo un fallido golpe de Estado contra el Gobierno del socialdemócrata Carlos Andrés Pérez que dejo más de 30 muertos. Una fuente militar le indicó a la agencia de noticias EFE que al menos ocho de los 20 insurrectos habían sido detenidos y que, de ellos, tres son oficiales de tropa de bajo rango: un sargento de la reserva de paracaidistas, un teniente que desertó hace tres meses de las Fuerzas Armadas, un miembro de la Milicia Nacional Bolivariana, constituida por civiles armados. Los demás serían civiles.
La segunda sesión de la controvertida Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela fue suspendida. Se esperaba que en esa sesión se instalara la llamada “Comisión de la Verdad”, que, según el oficialismo, pretendía determinar responsabilidades por las muertes ocurridas en el marco de las manifestaciones antigubernamentales iniciadas el 1 de abril y de su represión por parte de las fuerzas de seguridad del Estado.
Simpatizantes de la oposición venezolana se han manifestado en favor de un grupo de militares que se declaró "en rebeldía” contra el régimen de Nicolás Maduro en los alrededores de la ciudad de Valencia. Tras confirmarse el alzamiento, centenares de personas se acercaron a las inmediaciones del Fuerte Paramacay para manifestarles su apoyo a los sublevados. Eso derivó en enfrentamientos con los cuerpos policiales y militares presentes, leales a Maduro.
Los manifestantes hicieron un llamado a los militares alzados a mantener la rebelión contra Maduro, a pesar de que desde el alto Gobierno se ha asegurado que la sublevación ya había sido neutralizada. De momento, los líderes de la mayor alianza de partidos opositores –la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)– han mantenido un cauteloso silencio ante esta situación.
El mayor general Jesús Suárez Chourio, comandante general del Ejército, informó que al menos un hombre había muerto y otro había sido gravemente herido en el asalto a la 41ª Brigada de Blindados del Batallón Paramacay, estacionada en la ciudad de Valencia, estado Carabobo (centro-norte de Venezuela). Suárez Chourio describió lo ocurrido como un ataque "terrorista, paramilitar, mercenario pagado por la derecha y sus colaboradores, pagado por el imperio” estadounidense. "Fue dado de baja uno de ellos (muerto)”.
La cúpula de las Fuerzas Armadas venezolanas –que en repetidas ocasiones ha declarado su talante chavista y revolucionario, además de jurarle lealtad a Maduro– describió lo ocurrido este domingo (6.8.2017) como "un ataque terrorista de tipo paramilitar en contra de la 41ª Brigada Blindada del Ejército Bolivariano”, señaló que un "teniente en situación de deserción” había participado en la sublevación militar y vinculó a la oposición con ese suceso, subrayando que entre los hombres uniformados había "civiles portando prendas militares”.
Este domingo, pocas horas después de que un grupo de militares se sublevara contra el "hombre fuerte” de Venezuela, Nicolás Maduro, en el Fuerte Paramacay del estado Carabobo (centro-norte del país), mandos castrenses leales al régimen informaron que el alzamiento había sido frustrado. El jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada, el oficial naval Remigio Ceballos, publicó en Twitter un mensaje donde aseguraba que la situación había sido controlada y que siete rebeldes habían sido capturados.
"Nuestra Fuerza Armada repelió con éxito ataque terrorista delictivo paramilitar, los siete capturados están aportando datos!!!” (sic), señaló Ceballos en su tuit. Por su parte, el general Sergio Rivero, jefe de la Guardia Nacional Bolivariana ( la Policía militar de Venezuela) tuiteó que la fuerza bajo su mando le era "fiel” a la "Revolución bolivariana”, a la Constitución y a las leyes, sin especificar si se refería a la Carta Magna de 1999 o a aquella que está por ser redactada por la nueva y controvertida Asamblea Nacional Constituyente.
El general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa, tuiteó: "No pudieron con la FANB (la Fuerza Armada Nacional Bolivariana), con su moral ni con su conciencia constitucional; ahora pretenden agredirla con ataques terroristas. No podrán!!!!”. Padrino López también retuiteó un mensaje donde Diosdado Cabello, primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), sostenía que se había "consolidado totalmente el control en el Fuerte Paramacay, luego del ataque de grupos terroristas”.
El suceso está siendo analizado a la luz de un video difundido este 6 de agosto, en el que unos veinte hombres con uniformes militares y armas largas flanquean a un portavoz que se identifica como el capitán Juan Caguaripano, comandante de la operación David Carabobo, y dice: "Nos declaramos en rebeldía, unidos con el bravo pueblo venezolano, para desconocer la tiranía asesina de Nicolás Maduro. Este no es un golpe de Estado, sino una acción cívica y militar para restablecer el orden constitucional y salvar al país de la destrucción total”.
El cabecilla de la moción subrayó que ésta estaba respaldada por tropas activas y de reserva de "todos los componentes” de las Fuerzas Armadas, así como agentes policiales. Caguaripano, quien se separó de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana al calor de las protestas antigubernamentales de 2014, añade en el video: "Reconocemos y respetamos a la Asamblea Nacional” y "exigimos que ésta reconozca y respete la voluntad de un pueblo por librarse de la tiranía (…) Señores de la Asamblea Nacional, ya pasó el tiempo de pactos y acuerdos ocultos entre tiranos y traidores. Necesitamos políticos honestos que pasen por encima de las cúpulas corruptas”.
El líder le pidió a los legisladores del Parlamento –de mayoría opositora– honrar la memoria de los jóvenes que murieron en el marco de las recientes manifestaciones contra el régimen de Maduro, "quienes con escudos de cartón, pero con corazones de acero, ofrecieron sus vidas para enseñarle a un pueblo a derrotar el miedo. El capitán dijo que la sublevación buscaba poner fin al "asesinato de nuestros jóvenes”, aludiendo a las decenas de muertos que ha dejado la represión estatal de las protestas antigubernamentales desde el 1 de abril.
"Un ataque terrorista”
En nombre del oficialismo, Cabello describió lo acontecido alegando que, en la madrugada de este 6 de agosto, "terroristas” atentaron "contra nuestra Fuerza Armada” en la ciudad de Valencia. "Luego del ataque (…) se activaron planes de defensa, despliegue de tropas, para garantizar la seguridad interna (…) Nuestra Fuerza Armada, actuando con máxima moral en defensa de su honor, de la paz, y de la patria, ha controlado la situación, seguiremos informando”, acotó Cabello.
En la zona alrededor de la instalación militar, que estaba despejada en la mañana del domingo (6.8.2017), se oían algunos disparos, señalaron vecinos del Fuerte Paramacay. También fueron movilizados carros blindados para apoyar la operación que buscaba sofocar el alzamiento. Este suceso tiene lugar en medio de fuertes tensiones políticas por la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, que es rechazada tanto por la oposición venezolana como por varios Gobiernos y organizaciones multilaterales, que la tachan de ilegal.