Cuando Londres se nombra a sí misma representante de las causas humanitarias, vienen a la memoria sus acciones en contra de los pueblos del Medio Oriente. Solo miren en el mapa las fronteras que ellos definieron, dividiendo a los pueblos de tal modo que tiene consecuencias hoy.
Luego, están los documentos clasificados de los archivos británicos, sobre cómo las autoridades británicas ordenaron el uso de armas químicas en la primavera de 1920 en Mesopotamia (otra vez Churchill) y de 6,000 a 10,000 nativos de lo que es hoy Iraq fueron asesinados. Tal vez para Londres eso no es gran cosa, recalcó Zakharova.
Se refirió a casos relacionados a los griegos, los libios, sudaneses, eritreos, y otros, antes de pasar de los casos de genocidio directo, a la pasión de los británicos por las operaciones de espionaje y operaciones subversivas concretas. Las películas de James Bond no son de ninguna manera ficción, explicó; Ian Fleming, el autor de las series de espionaje de James Bond, trabajaba con documentos de archivos. Los espías británicos sí tienen “permiso para matar”.
Zakharova mencionó algunos de los asesinatos y golpes de Estado que fueron dirigidos por los servicios secretos de los británicos. La confesión de la baronesa Daphne Park, veterana controladora del MI6, de que ella organizó el asesinato del primer Presidente electo del Congo, Patricio Lumumba, en 1961; el golpe de Estado en contra del primer ministro de Irán, Mohammad Mosaddegh en 1953, que benefició a los intereses petroleros británicos; los asesinatos que cometieron en Irlanda del Norte; el envío de fascistas Banderistas de regreso a Ucrania a principios de la década de 1950, etc.
No quedó fuera del conjunto de hechos pormenorizados, la cadena de extrañas muertes de rusos y científicos británicos en territorio del Reino Unido de 2001 a 2014, muchos de ellos relacionados con el laboratorio de Porton Down, como el inexplicable “suicidio” en 2003 del doctor David Kelly, científico de Porton Down.
Finalmente, Zakharova se refirió a una de las tácticas favoritas de las autoridades británicas, de lo cual Rusia es actualmente su objetivo inmediato, que es la “propaganda negra”, de lo cual se han escrito volúmenes. No es de sorprender que algunas personas sepan esto, dijo Zakharova. Lo que es sorprendente es que alguna gente no lo sepa.