Noviembre 09 de 1844: Declara el presidente Valentín Canalizo enemigos de la patria a los partidarios del pronunciamiento de Guadalajara. El 4 de junio anterior, había tomado protesta como presidente de la República -por enésima ocasión-, Antonio López de Santa Anna, y Valentín Canalizo como jefe de la plana mayor del Ejército. Inmediatamente presentó el ministro de Guerra Isidro Reyes, una iniciativa para retomar la campaña contra Texas, solicitando 30 mil efectivos de todos los Departamentos -o Estados-, que fue aprobada por el Senado de la República el 27 de junio. Estos 30 mil eran adicionales a los 15 mil que ya habían sido requeridos con anterioridad, formándose así un Ejército de 45 mil hombres proporcionados por los Departamentos. Además, el 25 de julio de ese año Santa Anna había presentado otra iniciativa a la Cámara de diputados para que se le dieran poderes extraordinarios para poder imponer contribuciones extraordinarias que le permitieran enfrentar los gastos de guerra. Para el mes de agosto ya se le había aprobado un presupuesto adicional de 4 millones de pesos para la Guerra de Texas. Pero como era su costumbre, Santa Anna una vez investido de esos poderes extraordinarios, solicitó licencia por motivos de salud quedando de presidente interino el regiomontano Valentín Canalizo. Y este a su vez pidió licencia para irse al frente de guerra, por lo que el general José Joaquín Herrera es quien se quedó el 12 de septiembre como presidente del Consejo de Gobierno. Sin embargo, Santa Anna cambió de opinión y Canalizo regresó a la presidencia el día 21 de septiembre, causando un fuerte sentimiento de molestia entre los diversos grupos políticos y militares del país. Esto explotó el 1 de noviembre cuando la guarnición de Guadalajara se sumó a la Asamblea Departamental nombrando a Mariano Paredes y a Teófilo Romero como dirigentes de un movimiento de inconformidad, derivando en lo que hoy recordamos: la declaratoria de que eran enemigos de la patria. Desde luego que Santa Anna, quien ante la menor provocación tomaba las armas, partió el 22 de noviembre de la Villa de Guadalupe con 3 mil hombres a combatir a los sublevados de Jalisco. Así se vivía en aquel tiempo, entre cambios de presidente, levantiscas y golpes de estado mientras perdíamos Texas y Estados Unidos preparaba la gran invasión para quedarse con todos los territorios nórdicos de México. Todo eso sucedió porque desde la Presidencia de la República se dividía al país cambiando de sistema político para gobernar en forma autocrática.
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