El periódico alemán Die Welt publicó el lunes 21 un artículo basado en entrevistas a tres economistas estadounidenses que advierten sobre una nueva crisis del sector financiero transatlántico. Los tres, Daniel McFadden de la Universidad de Minnesota, Eric Maskin de Harvard y Edward Prescott del Banco de la Reserva Federal de Minneapolis, fueron entrevistados por Die Welt cuando participaban en una conferencia en Lindnau, Alemania, que fue caracterizada como la “reunión cumbre de Premios Nobel”. En el artículo titulado “Ganadores de Premio Nobel advierten sobre una nueva crisis financiera”, se reproducen advertencias de estos economistas, en el sentido de que hay un alto riesgo a corto plazo de un nuevo crac financiero; y que se ha visto opacado en los medios noticiosos por las discusiones sobre los riesgos de una confrontación nuclear, ataques terroristas y la batalla en torno a la Presidencia de Estados Unidos.
“Las mentes más claras en economía” dice Die Welt, “están claramente en desacuerdo con la jefa del Banco de la Reserva Federal de EU, Janet Yellen”, quien hizo una declaración en junio al estilo Chamberlain de que “no habrá otro crac financiero en lo que nos queda de vida”. Prescott afirmó que “la ocurrencia de una crisis financiera en un futuro no muy distante, es una gran certeza”
Dos de los tres economistas consideraron que el euro era un factor contribuyente al alto riesgo de un estallido. Pero los tres estaban muy alejados de proponer una solución para evitarlo.
Por su parte, Bloomberg informó el lunes 21 que investigadores de varios bancos grandes con sede en Estados Unidos, advirtieron el 2 de agosto, a través del Comité Asesor sobre Préstamos del Tesoro (TBAC por siglas en inglés, un grupo de economistas bancarios que asesoran al Tesoro), sobre un “crac inminente en la ingeniería financiera”. Esto apunta el dedo directamente a un posible estallido de la burbuja de deudas corporativas de EU. “Ingeniería financiera” es un termino usado para describir la acumulación que hacen las corporaciones de enormes cantidades de deuda de los bancos y el empleo de los mercado de bonos, para utilizar esos préstamos para comprar de regreso sus propias acciones, pagar grandes dividendos o apoderarse de otras compañías. Ha sido el principal motor de la duplicación extraordinaria de la deuda corporativa no financiera de Estados Unidos, de $7 billones de dólares en el 2010 a $14 billones en el 2017, con tasas de interés insostenibles de casi cero.
El TBAC advierte que las corporaciones han cargado con las enormes emisiones de “alivio cuantitativo” de la Reserva Federal para endeudarse con estas sumas gigantescas prácticamente sin intereses. Si el alivio cuantitativo se revierte ahora lentamente, como planea hacerlo la Reserva Federal, “incluso hasta el más ligero descenso en los precios el Tesoro... podría ocasionar una enorme caída en los precios de los bonos y acciones corporativos” dijo el presidente del TBAC, Jason Cummins. Bloomberg agrega que “los inversionistas están subestimando los graves problemas que los planes de la Reserva Federal podrían ocasionarle a los mercados de deuda corporativa”.