El Covid -19 avanzó de la forma en que lo ha hecho porque las naciones que atacó tenían una debilidad intrínseca; una política económica que debilitó el sistema inmunológico de la población en base a la austeridad económica; los bajos salarios y derechos laborales y los recortes o el estancamiento en el gasto público en salud y demás infraestructura. Se habla del virus en sí mismo, de sus características, de su contagiosidad, etc., pero no se mencionan las condiciones económicas y sociales que le permiten propagarse y por lo tanto se hace a un lado la tarea más urgente que tenemos como civilización: La de reconstruir la economía que da sustento a la sociedad y cuyo estancamiento, deficiencias y rezagos permitieron el avance “exitoso” de la pandemia. Como ocurre en cualquier proceso en el universo, si los virus logran parasitar a un sistema biológico debilitado como los seres humanos bajo la austeridad, entonces prospera y se desarrolla y también puede mutar.
Sabemos muy bien que el ABC de la epidemiología indica que la nutrición adecuada es la única vía de fortalecer el sistema inmunológico que permite resistir el ataque de los diferentes virus, bacterias, hongos, etc. Si tomamos como patrón lo que ha sucedido en México en los últimos 40 años, encontramos un dato curioso pero que explica muy bien el avance de la pandemia en nuestro país: La caída del poder adquisitivo de las salarios fue de más de 70% y el porcentaje de población con sobrepeso y obesidad surgida en el mismo periodo, es de 70% aprox. De la obesidad se derivan la diabetes (un 13% de la población y 80 mil muertes al año); la hipertensión y las enfermedades cardiacas que permite al Covid-19 matar a muchas de sus víctimas. Además, la inversión en el sistema de seguridad social y de salud se estancó lo cual ante el crecimiento de la población significa una caída de alrededor de 5% cada año; y se reflejó en la disminución de la vigilancia epidemiológica o el abandono de hospitales en construcción (más de 300 según documentó el gobierno de AMLO) etc. Todo esto pavimentó el camino para el avance de la pandemia sobre una población cuyas defensas básicas fueron enormemente debilitadas. Usemos estos números de México no como una condición exclusiva de México, sino como una característica universal en todas las naciones que se sometieron a la misma política económica que nuestro país durante más de 30 años. Los casos de España e Italia se nos vienen a la mente de inmediato. Pero también está el área de Nueva York en los Estados Unidos o el estado de California. Ahora está saliendo a relucir el espeluznante caso de Suecia cuyo sistema de salud ha causado una de las más altas tasas de mortalidad por Coronavirus especialmente en casas de retiro y asilos. Durante las últimas 3 décadas al menos, todas esas naciones han sido sometidas al mismo paquete de medidas de austeridad: Reducción de los niveles de vida y salarios. Recortes al gasto público y privatización de servicios de salud y de educación. Proliferación de prácticas como el “out sourcing”, para reducir prestaciones laborales, intensificar o reducir horas de trabajo y salarios, etc. y tasas de desempleo de hasta 20%. Como es natural, con la baja en los niveles de vida y derechos laborales de la población viene la mala alimentación. En Suecia, por ejemplo, se reportan filas de hasta 2500 gentes solicitando comida gratuita en la capital a pesar de ser una nación con sólo 10 millones de habitantes. En Estados Unidos, el país con el primer lugar de obesidad en el mundo, se habla de que sólo un 12% de su población vive en la pobreza, pero en Los Ángeles o en Nueva York, viven decenas de miles de “homeless” en las calles o refugiados en el Metro. Eso más los 40 millones de pobres que oficialmente existen. En ese país se han perdido al menos 30 millones de empleos en los últimos dos meses debido a la pandemia del Covid-19.
Quizá encontrar una vacuna o tratamiento contra el Covid-19 sea algo difícil y tarde algún tiempo. Pero reconstruir los niveles de vida de la gente de todas las naciones o sus sistemas de salud e infraestructura en general, es una tarea más difícil y se tiene que ir abordando para encontrar las nuevas formas de conducir la economía.
Debemos aprender las lecciones de las otras grandes pandemias; la de la peste negra en el siglo 14 y la de la Influenza española en el siglo 20: Todas ellas brotaron después de un periodo de estancamiento económico y desintegración de la organización social.
http://elregio.com/Noticia/9066cc9a-d8c0-42c9-9fba-20b16b6ae966
http://elregio.com/Noticia/3628fcff-d410-4fac-8170-10cd065e0ada
https://ciep.mx/gasto-en-salud-a-la-baja/
https://www.cefp.gob.mx/intr/edocumentos/pdf/cefp/cefp1032007.pdf
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