22/Nov/2024
Editoriales

Más letal que el Covid, el pesimismo ideológico verde y de género

Después del fracaso de la Revolución Francesa y del golpe Napoleón en 1779 y hasta 1945,  Europa vivió la restauración monárquica y más de un siglo de guerras, 2 de ellas mundiales, y epidemias. Durante ese tiempo la aristocracia y los centros financieros, promovieron la ideología de los  “filósofos” irracionalistas y pesimistas como Novalis, Schleger, Schopenhauer y Nietzsche o los de la “revolución conservadora”-- la que dio origen  a Hitler --, como Spengler, Heidegger, Herder, T. Mann o Stephan George. El núcleo de sus ideas era: Este es el peor de los mundos posibles; la mente humana no puede comprender la realidad que es un caos, ni a la naturaleza que mueven fuerzas oscuras; la felicidad no existe, sólo el dolor y la desesperanza;  el progreso y la ciencia son sólo quimeras;  sólo la “voluntad de poder” y los “impulsos sexuales” mueven al hombre.  En síntesis: “Dios está muerto”, como decía Nietzsche.  En la actualidad, después de más de 30 años de estancamiento económico y con el surgimiento de la pandemia Covid-19, las élites promueven la ideología verde y la de género; creencias ambas que niegan el papel positivo de la razón y el progreso científico y tecnológico al que definen como “la amenaza que destruirá al planeta”, y ponen la identidad del ser humano no en su misión o proyecto histórico, sino en su identidad sexual o racial.  Afortunadamente la “razón con rostro jónico” -- la herencia de Sócrates y Platón--  no ha desaparecido gracias a que  emigró y  resurgió en  Asia en donde, con China a la cabeza (con la herencia de Confucio)  mantienen el progreso científico y tecnológico y han podido vencer la depresión económica y la pandemia del Coronavirus.