21/Nov/2024
Editoriales

Qué nos depara el año 2024

Los números son parte indispensable de la vida, pues representan o nos recuerdan personas, eventos y cosas importantes. A algunos números les damos significado personal; son nuestros favoritos porque nos siguen y hasta nos persiguen, mientras otros nos causan cierto temor. Por eso en occidente hay cientos de edificios que no tienen pisos treces, y en oriente el número cuatro es una cifra aborrecida. Por ejemplo, en Japón no hay pisos cuatros, debido a que su pronunciación se parece a la palabra muerte.

 

Los años tienen nombre

El nombre que le damos a los años es su número. _Ah, qué bueno fue el ‘67 cuando gané un campeonato deportivo en la Universidad. _No me recuerdes el ‘86 cuando murió mi madre. Antes se temía a los fines de los siglos y del milenio porque podría sobrevenir el Apocalipsis. Es común darle cierto significado a los números, y desear que cada año nuevo traiga consigo éxito y prosperidad. _Deseo que este 2024 te traiga felicidad; decimos como si el número fuera el año y éste decidiera qué hacer con nuestras vidas. 

 

Hay buenos presagios para este 2024

Hoy iniciamos el año 2024 del calendario gregoriano. Es bisiesto, comienza en lunes y queremos ver en ello un augurio de prosperidad, que supere a los años anteriores en nuestra historia personal, en la de Monterrey, de Nuevo León, y de toda la humanidad.

 

Todos los años llamados veinticuatro han sido buenos

La historia dice que los años terminados en 24 han sido muy buenos para nuestra entidad, por lo que si los ciclos se repiten, hay probabilidades de que este sea así. Veamos. El primer año número 24 después de la fundación de la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey fue 1624, precisamente cuando inició la prosperidad de nuestro solar común. 

 

Año de 1624

En 1624 inició el gobierno del joven criollo zacatecano Martín de Zavala, hombre formado en la prestigiada Universidad de Salamanca. Zavala modernizó la administración, auditó a los ayuntamientos, obtuvo nuevas capitulaciones sobre el territorio que hoy ocupa el estado de Nuevo León. Reorganizó las milicias de línea (ejército de paga) y de vecinos voluntarios haciendo más seguros los caminos y el territorio, lo que acabó de convencer a los ricos ganaderos de Querétaro, Guanajuato, Reino de México y Puebla, de traer sus hatos convirtiendo a nuestra tierra en potencia ganadera.

 

En ese año llegaron los tlaxcaltecas (descendientes de grandes constructores de pirámides) quienes iniciaron la construcción de los primeros edificios de cal y canto, que poco a poco sustituyeron los jacales edificados desde la fundación. Con ellos, Zavala inició la agricultura productiva con los métodos mesoamericanos, así como la minería. En resumen, el año de 1624 marcó el inicio del progreso que hoy gozamos en nuestra Sultana del Norte.

 

Año de 1724

Un siglo después, en 1724, nuestra tierra y todas las Españas vivieron una bonanza económica, gracias a las llamadas reformas borbónicas que modernizaron la administración, el comercio, milicia y gobierno. El Nuevo Reino de León -Nuevo León como estado, Provincia o Departamento, y el efímero estado de Nuevo León y Coahuila-, siempre ha disfrutado de las ventajas de pertenecer a una gran unidad nacional como lo fueron el Imperio español, el Imperio Mexicano y ahora la pujante República Mexicana.

 

Para 1724 ya estaban establecidas las misiones y presidios de Texas, el comercio con China, Japón, Rusia oriental a través de las Filipinas (Audiencias de la Nueva España), y Monterrey era un punto de comercio y conexión del inmenso norte, donde se colectaban millones de pieles de oso, búfalo, venado, castor, madera y grandes cantidades de ganado. También llegaban productos de lujo desde del oriente lejano como peines, porcelanas, telas, y especies que pasaban por manos de reineros y se distribuían en las ciudades de todo el virreinato e incluso en la Península Ibérica, desde donde se vendían a toda Europa.

 

Por ello, en 1724 se multiplicaron tiendas, mesones y abarroteras con productos ultramar en todo el Imperio Español y desde luego en nuestra ciudad. Además aquí continuó el auge minero con más de treinta denuncios de minas de plomo que se utilizaba para las armas, los ejes de carretas, las piezas de molinos y otras máquinas de aquellos tiempos.

 

Año de 1824

El 31 de enero de 1824 se estableció nuestro país al promulgar el Segundo Congreso Constitucional 1823-1824 el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana. Recordemos que  el primer Congreso 1822-1823 nombró emperador a Iturbide. Y este Congreso anuló el Imperio de Iturbide, pero validó el Plan de Iguala exceptuando lo relativo a la forma monárquica de gobierno. Además lanzó la convocatoria para la elección de un nuevo Congreso Constituyente y se disolvió a sí mismo. En esta Acta Constitutiva se creó el Pacto de Unión de los Estados que, originalmente eran: 

 

3 Estados Internos: 

    Estado de Interno de Occidente conformado por las provincias de Sonora y Sinaloa. 

    Estado Interno de Oriente, formado por Texas, Nuevo León y Coahuila; y 

    El Estado Interno del Norte, por Nuevo México, Chihuahua y Durango.

 

15 Estados: 1.- Colima (Segregado de Jalisco varios meses antes por el general Nicolás Bravo); 2.-  Guanajuato; 3.- Jalisco; 4.- Estado de México; 5.- Michoacán; 6.- Tamaulipas, antes llamado Nuevo Santander; 7.-  Oaxaca; 8.- Puebla de los Ángeles; Querétaro; 9.-  San Luis Potosí; 10.- Tabasco; 11.- Tlaxcala; 12.- Veracruz; 13.- Yucatán; 14.- Zacatecas.

 

Y dos Territorios: Alta California y Baja California.

 

Los Estados Internos eran una especie de Federaciones dentro de la Federación. Cada provincia que los conformaban, contaba con su propio gobernador, legislativo y judicial quedando federados a la Unión Mexicana. Cada Provincia elegiría también sus diputados federales, pero cada Estado Interno nombraría dos senadores federales. Pero esto era demasiado complejo, por lo que el Congreso Constituyente mejor los disolvió. El decreto de la creación del Estado de Nuevo León fue firmado por el Poder Ejecutivo, integrado por el triunvirato de Guadalupe Victoria, Miguel Domínguez (El Corregidor) y Vicente Guerrero.

 

El bicentenario del estado de Nuevo León

El próximo siete de mayo celebraremos el bicentenario de la creación del Estado Libre y Soberano de Nuevo León, mediante la partición del estado Interno de Oriente en dos estados; el de Nuevo León y el de Coahuila y Texas. Esto implicó que Nuevo León debería organizar sus poderes mediante la formación de una Constitución.

 

Para la formación de la primera Constitución Local debió formarse el Primer Congreso Constituyente del Estado Libre y Soberano de Nuevo León, por lo que en este año también celebraremos el primer bicentenario de la elección de diputados locales, el 9 de Julio de 2024. En el primer proceso electoral resultaron electos los siguientes legisladores:

 

1.- Dr. José Francisco Arroyo; 2.- Dr. José María Gutiérrez; 3.- Lic. Pedro Agustín Ballesteros (fue sustituido por José Andrés de Sobrevilla); 4.- Cosme Aramberri, que nunca tomó posesión del cargo y fue sustituido por Pedro Antonio Eznal; 5.- Lic. Juan Bautista Arizpe; 6.- Rafael de Llano; 7.- José María Parás; 8.- Juan José de la Garza; 9.-Antonio Crespo; 10.- José Manuel Pérez; 11.- Pedro de la Garza Valdez.

Además se eligieron cuatro diputados suplentes comunes, que fueron: 1.- José Andrés de Sobrevilla; 2.- Pedro Antonio de Eznal; 3.- José Andrés García de Evia; y 4.-Francisco Corral.

 

Estos diputados electos instalaron el Primer Congreso Constituyente y Constitucional, el día 1° de Agosto de 1824. La instalación del Congreso del Estado fue una fiesta popular, pues los ciudadanos nuevoleoneses tomaban por primera vez el destino político en sus propias manos. Llegaron felicitaciones de los otros estados y de las autoridades federales destacando la del presidente Guadalupe Victoria.

 

El bicentenario de la Constitución Mexicana

El 4 de octubre celebraremos el Bicentenario de la Primera Constitución de los Estados Unidos Mexicanos pues el 4 de octubre de 1824, el Congreso Constituyente promulgó la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos y la nación se dividió en 19 estados:

 

1.- Chiapas, 2.- Chihuahua; 3.- Coahuila y Texas; 4.- Durango; 5.- Guanaxuato; 6.- Estado de México; 7.- Michoacán; 8.- Nuevo León; 9.- Oaxaca; 10.- Puebla de los Ángeles; 11.- Querétaro; 12.-  San Luis Potosí; 13.- Sonora y Sinaloa; 14.- Tabasco; 15.- Tamaulipas; 16.-Veracruz; 17.- Xalisco; 18.- Yucatán; 19.- Zacatecas.

 

Más los territorios de: 1.- Alta California; 2.- Baja California; 3.- Colima; 4.- Santa Fe de Nuevo México. El caso de Tlaxcala quedó pendiente de resolverse, hasta que al fin quedaría como territorio, y el 18 de noviembre se creó el Distrito Federal.

 

Año de 1924

Pero fue hasta 1924, que llegó a Nuevo León la estabilidad. Luego de la Revolución Mexicana se inició la construcción de las instituciones nacidas de la Constitución Federal de 1917, aunque los estados de  Veracruz, Tabasco, Jalisco, Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa, Nayarit y algunas porciones de los estados de Durango, Yucatán, Zacatecas y Michoacán estaban convulsionados por la  revolución llamada Delahuertista, en la que Adolfo de la Huerta -presidente interino en 1920- se oponía a la candidatura de Plutarco Elías Calles para la elección de 1924, mientras el resto del país, incluido Nuevo León, estaban en calma.

 

La creación de instituciones en 1924, y el auge industrial

Ese año de 1924 inició en Nuevo León la creación de instituciones que luego detonarían en el segundo auge industrial de Monterrey, en el marco nacional del “Milagro Mexicano”.

Fue en 1924 cuando se creó la Junta de Conciliación y Arbitraje de Nuevo León, iniciándose el proceso de adaptación de los empresarios y los obreros regiomontanos al nuevo sistema de derechos sociales consagrados en la nueva Constitución.

 

También se creó la Dirección de Obras Públicas del gobierno del Estado con la que por primera vez se logró acompañar las obras de los municipios en un orden estatal. De esta forma inició la etapa de coordinación en la que tanto el estado como los municipios hacían obra de forma ordenada, lo que permitió hacer planes de la obra pública a largo plazo.

 

Ese año de 1924 fue el primero en que se realizó el reparto de tierras ejidales en el estado de Nuevo León, impulsando así el agro y la mejoría de vida de miles de campesinos de nuestro estado que habían sido convertidos en peones mal pagados por la dictadura porfiriana.

 

Los buenos augurios deben ser respaldados por nuestras actuaciones

Este es un breve resumen de los años números 24 de cada siglo desde la fundación de Monterrey. Hemos visto que coincidentemente todos han sido buenos. Hoy pareciera que se repiten las circunstancias del año 1624 por las características del gobierno y el Nearshoring, pero hay imponderables actuales que son inéditos. No debemos confiar en estas coincidencias de ciclos numéricos, pues la Numerología y la Cábala son prácticas esotéricas sin base científica, que concluyen de acuerdo a supuestos mensajes ocultos de los números.

 

El año de 2024 será bueno o malo dependiendo de elementos que no siempre están en nuestras manos, como fue el caso reciente de la Pandemia Covid 19 y otros imponderables, pero en lo general, será en función del empeño, la laboriosidad, el emprendimiento y el carácter de los regiomontanos y los neoloneses, que siempre ha sido invencible, lo que determinará sus resultados. 

 

Los grandes riesgos del año 2024

Recibamos este año de 2024 con optimismo. Hay antecedentes numéricos y cabalísticos buenos, pero también hay coincidencias peligrosas, como el proceso electoral de renovación de las autoridades federales y locales. Ante esto, debemos cooperar todos para que estas elecciones sean motivo de alegría, pues si hay una gran participación ciudadana, ese día 2 de junio tendremos una fiesta democrática; en nuestras manos está el conseguirlo. 

 

Los retos del 2024

Deseamos para este 2024 muchas cosas buenas y la mayoría podemos construirlas nosotros mismos, pero no podemos olvidar el nuevo compromiso con la naturaleza, pues ya tenemos enfrente la era de la “ebullición global” que será una amenaza para la vida de la humanidad. Además necesitamos lluvias, y debemos cuidar cada gota de agua; además urge mejorar la calidad del aire, cuidar cada árbol que tengamos cerca y plantar muchos más.

 

Entre todos los retos actuales está la recepción de miles de migrantes que buscan refugio entre nosotros. Es momento de abrir nuestros corazones para apoyarlos, pues debemos recordar que la migración fue nuestro origen como Ciudad y como Estado, y que el propio Jesús fue migrante cuando él y su familia debieron migrar a Egipto.

 

La verdadera convocatoria del año 2024

Debemos sembrar en los corazones de nuestros descendientes la semilla de la paz, de la armonía y la solidaridad. Le deseo sinceramente a usted y los suyos, un Feliz Año Nuevo 2024.

 

 

FUENTES

Apuntes para la historia de Monterrey, Leopoldo Espinosa Benavides, inédito

La Primera República Federal, Michel Costeloe, Fondo de Cultura Económica.

México a través de los Siglos, Vicente Riva Palacio y Otros, Editorial Cultura.

 

Página de la SEDENA