Cuando iba a hacer el pronunciamiento del dos de enero de 1866, estuvo jugando billar hasta las doce, e inmediatamente después salió con el coronel Pavía rumbo a Villarejo de Salvanés
Temple. El general Juan Prim, político español que durante la revolución de 1868 echó de España a Isabel II, y que un año después propuso a las Cortes la entronización del italiano Amadeo de Saboya, era un apasionado al juego de billar.
Cuando iba a hacer el pronunciamiento del dos de enero de 1866, estuvo jugando billar hasta las doce, e inmediatamente después salió con el coronel Pavía rumbo a Villarejo de Salvanés.
Sus compañeros de juego sabían a lo que se enfrentaría Prim, y se admiraron de que no se inmutaba por la cercanía del difícil momento. Es más, algunos opinaron después que Prim hacía mejores carambolas cuando la situación política empeoraba.