13/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Septiembre 3 de 1967: el nuevoleonés Ramón Cárdenas Coronado, nacido en septiembre 9 de 1909, es nombrado en Caracas, Venezuela; “Contador emérito de América”. Don Ramón nació en un humilde hogar del centro de la ciudad de Monterrey –Arista entre Tapia e Isaac Garza- en una familia proveniente de San Luis Potosí. Su padre don Gabriel Cárdenas, llevó a su esposa e hijos a Texas por cuestiones laborales, y regresaron a Monterrey en 1914, pero por los conflictos derivados de la Revolución Mexicana, toda la familia Cárdenas prefirió retornar a Texas.

Pero a los 12 años de edad el jovencito Ramón, ya vivía con toda su familia en Monterrey, y él logró ingresar a la Escuela Primaria de la Fundidora Monterrey. Desde muy joven empezó a laborar en esa gran empresa nuevoleonesa, y al mismo tiempo estudiaba en la Escuela de Comercio General Zaragoza, y cuando egresó, por sus calificaciones le otorgaron una beca para estudiar en Ciudad de México la carrera de Contaduría de Comercio. Se trasladó a la Capital del país y luego de hacer lo que siempre hizo bien, que era trabajar y estudiar, consiguió la patente de Contador Público, en la Secretaría de Educación Pública federal. 

Esta nueva carrera de Contaduría Pública tuvo en junio de 1935 un primer titulado nuevoleonés –y número 49 a nivel nacional-, llamado Ramón Cárdenas Coronado. Regresó a trabajar en la Fundidora y casó con la señorita Concepción Marroquín Guzmán, originaria de Allende Nuevo León, con quien procreó a sus hijos María Concepción, Ramón, Yolanda, José Antonio, Manuel, y Rosa María Cárdenas Marroquín. Don Ramón Cárdenas Coronado estableció el primer despacho contable en Monterrey en el año de 1938, ubicado en Zaragoza y Matamoros, planta alta. Además inició una larga trayectoria docente que culminó con la fundación de la Facultad de Contaduría Pública y Administración, el 19 de septiembre de 1952, siendo rector Raúl Rangel Frías. Fue el primer director de esa Facultad y, a partir de ese momento el nombre de don Ramón Cárdenas Coronado estaría presente en las escrituras constitutivas de clubes, asociaciones, cámaras y demás organizaciones ciudadanas quienes le invitaban a ser socio fundador debido a sus sabios consejos administrativos. Cuando el equipo Tigres de fútbol soccer ascendió a la primera división, solicitó en 1974 que la presidencia del club fuera atendida por Don Ramón, y él aceptó, pues era muy difícil que se negara a apoyar a cuanta causa noble le invitaran. En 1944 fundó el Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León, que nacería a partir de la Sociedad de Contadores de Monterrey, fundada desde 1944. El 9 de diciembre de 1949 rindió protesta la primera directiva del Instituto de Contadores Públicos local, cuyo presidente era precisamente don Ramón Cárdenas Coronado, y para el 18 de abril de 1961 ya se había transformado este Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León, en Colegio Profesional.

Cuatro años después, don Ramón impulsó la creación a nivel nacional del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A. C. Este nombramiento de Contador Benemérito de las Américas, en asamblea internacional celebrada en Caracas, Venezuela, que hoy recordamos le dio una de las más grandes satisfacciones de su vida. Don Ramón murió feliz porque estaba trabajando en una destacada posición gubernamental; era el Contralor del Estado. El historiador Roberto Chapa Martínez escribió un libro que contiene la mejor descripción profesional que hemos visto de Don Ramón, cuyo prólogo fue escrito por el doctor Alfredo Piñeyro. Cómo hacen falta algunos grandes neoloneses que se han adelantado en el camino y, entre ellos, está don Ramón Cárdenas Coronado.