Un día como hoy, el 20 de enero de 1987, se disuelve el Patronato Universitario, de acuerdo con el Decreto número 79 del H. Congreso del Estado, de fecha 14 del mismo mes y año, publicado el 21 de enero de 1987, en el número 9 del tomo CXXIV del Periódico Oficial del Gobierno de Nuevo León. La labor de este importante grupo de empresarios fue de gran apoyo para la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Esperamos que la fecha no pase inadvertida. Los jóvenes están tan preocupados por el presente que en ocasiones olvidan el pasado. No hay memoria. Predomina el olvido. Los grandes hombres, las nobles instituciones, aquello que nos dio origen y de lo cual debemos sentirnos orgullosos, permanece encerrado –en algunos casos enterrado-- en el archivo de lo que fue.
Esto no debe ser. Hombres como Joel Rocha, Manuel L. Barragán, Ramón Cárdenas Coronado, Rogelio Cantú Gómez, Tomás A. Zertuche, Luis Elizondo, Francisco Vela González, Manuel Santos, Aurelio González, Rodolfo J. García, Jaime F. Garza, Federico Gómez, José Benítez, Jesús Barrera, Gregorio Ramírez, íngel Santos Cervantes, Plinio D. Ordóñez, José F. Muguerza, Andrés Osuna, Napoleón Cantú Cerna, Octavio Rocha y Miguel Barragán, entre otros, integraron el Patronato Universitario de Nuevo León.
Algunos de ellos ya no están físicamente con nosotros como no lo está tampoco ese gran gobernante de Nuevo León y exRector de la Máxima Casa de Estudios, Raúl Rangel Frías. Sin embargo, lo que ellos hicieron, su obra, permanece y justo es reconocerlo para que sirva de ejemplo a las generaciones actuales y futuras.
El día de hoy se cumplen 29 años –1987-- de la disolución del Patronato Universitario de Nuevo León. Este organismo fue creado 36 años antes para beneficio de la Universidad de Nuevo León.
La Universidad debe estar agradecida y reconocer el esfuerzo de estos nuevoleoneses que integraron el Patronato y quienes por espacio de casi cuatro décadas dedicaron tiempo y entrega al desarrollo y consolidación de nuestra querida Universidad.
NO HAY QUE OLVIDAR
NUESTRAS RAíCES
No hay que olvidar que nuestras raíces nos fortalecen y nos ayudan a enfrentar el futuro.
El Patronato Universitario nació en el año de 1950. Fueron muchas las circunstancias que coincidieron, entre otros los buenos deseos de un grupo de nuevoleoneses, la presencia en la rectoría de Raúl Rangel Frías, un universitario que quería a la Universidad para servirla y que ya desde entonces pensaba en la Ciudad Universitaria.
La conjunción de esfuerzos no fue flor de un día. Por el contrario, los lazos se fueron uniendo e hicieron posible que la Universidad creciera en forma armónica y con el apoyo de la comunidad.
Siendo Gobernador del Estado el doctor Ignacio Morones Prieto y Rector de la Universidad el licenciado Raúl Rangel Frías se creó el Patronato Universitario, corporación descentralizada, con personalidad jurídica, que tendría por objeto integrar un patrimonio de beneficio para la Universidad de Nuevo León.
HUMANIZAR MíS
AL HOMBRE
En su primer editorial, el periódico Vida Universitaria, órgano del Patronato, precisó la filosofía de servicio de esta institución y se hablaba de la proximidad indispensable del pueblo y la Universidad en el afán de humanizar más al hombre.
Llamaba la atención el hecho de que fuese un grupo de hombres de negocios, algunos de ellos no universitarios, los que actuaran dentro del Patronato. "Los hombres de negocios –se dijo— en su mayor parte no habrán sido universitarios, pero sienten la inquietud del conocimiento y del saber, pero sienten la inquietud del conocimiento y del saber, y han entregado a sus hijos a estas nobles y gallardas disciplinas de la Universidad, para realizar el fin humano de superarse con la cultura".
El primer Presidente del Patronato fue don Joel Rocha. Cuando fallece, la institución estaba tan sólida, que de inmediato se hizo cargo del timón don Manuel L. Barragán, el hombre que más tiempo permaneció al frente de este entusiasta grupo de hombres de empresa que sintieron la necesidad de apoyar a la Universidad, pues sabían que al hacerlo estaban contribuyendo en una siembra cultural que no termina, pues, como se dijo en alguna ocasión, no sembramos para nosotros... sembramos para México.
LA UANL Y EL
PATRONATO
La presencia del Patronato Universitario, con don Manuel al frente, fue de gran utilidad para la Universidad. Se construyeron aulas y laboratorios, se creó la Ciudad Universitaria, se edificó el Estadio Universitario, se editó el semanario "Vida Universitaria" y, sobre todo, se demostró a México y al mundo que cuando hay honradez, espíritu de servicio, entrega y trabajo, nada es imposible.
La Universidad de Nuevo León es hoy en día, gracias al esfuerzo de sus creadores, de sus hijos, de sus alumnos y sus maestros y de gente como la que integró el Patronato Universitario, una de las mejores instituciones de educación pública del país.
Por ello, justo es recordar con cariño y reconocimiento a don Manuel L. Barragán y a los demás integrantes del Patronato Universitario, que un día pudieron expresar con orgullo: "Misión cumplida". Don Manuel es autor del libro autobiográfico "Fue por México", publicado en 1968. Don Manuel falleció en Monterrey, el 9 de mayo de 1980. Había nacido en la misma ciudad, el 25 de agosto de 1888.