17/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Febrero 28 de 1910: acepta el Congreso del Estado, la renuncia del general Bernardo Reyes al cargo de gobernador. Esto sucede en las postrimerías del régimen porfirista, cuando Reyes ya tenía problemas con el presidente Díaz. Su historia siempre será interesante: Desde que en octubre de 1885 llegó a Monterrey como jefe de las armas, el jalisciense Bernardo Reyes Ogazón se convirtió en ‘el’ personaje político y militar del estado. El presidente Porfirio Díaz le envió para controlar la región, pues los generales Francisco Naranjo, Jerónimo Treviño y el gobernador Genaro Garza García, se oponían a su política, permitiendo además que algunos grupos de contrabandistas proliferaran en la zona. Reyes rápidamente ejerció su nombramiento real -todos entendían que su puesto estaba por encima de las autoridades civiles- para que fueran electos alcaldes no afines al gobierno estatal, así que Garza García mejor se fue a negociar con Porfirio Díaz, dejando como encargado del despacho a Mauro A. Sepúlveda.

Pero éste no soportó la presión de gobernar y pidió ayuda federal para controlar algunos incidentes que culminaron en la desaparición de la Legislatura Local. Díaz hizo gobernador provisional a Reyes, de diciembre de 1885 a octubre de 1887, y al término de su mandato siguió siendo el jefe de la Tercera Zona militar de Nuevo León-Coahuila-Tamaulipas. Luego regresó por la vía democrática a la gubernatura y se reeligió sucesivamente, hasta octubre de 1909. En el ínterin, de 1900 a 1903, fue secretario de Guerra y Marina. Durante su largo periodo, Reyes fue un gran gobernador, reabriendo la Escuela Normal, impulsó el Colegio Civil y construyó importantes obras públicas.

Lo más relevante es haber concesionado a inversionistas extranjeros la creación de nuevas empresas, comenzándose la industrialización formal de Nuevo León, con fábricas de cemento, vidrio, cerveza y siderurgia. En 1895 inició la construcción del Palacio de Gobierno, terminándolo en 1908 y posteriormente abrió las avenidas Unión y Progreso, hoy llamadas Madero y Pino Suárez, que paradójicamente, llevan el nombre de los héroes democráticos contra los que él (Bernardo Reyes)terminó su vida peleando. El padre del Regiomontano Universal, Alfonso Reyes, después de haber sido gobernador y pre candidato a la Presidencia de la República, se levantó en 1911 contra el presidente Madero y terminó encarcelado en Tlatelolco. Desde la cárcel, en febrero de 1913 encabezó una rebelión que consiguió liberarlo pero que le costó la vida en las cercanías del Palacio Nacional, al inicio de la llamada Decena Trágica. Bernardo Reyes fue uno de los grandes gobernadores de Nuevo León, cuyo final no es acorde con su trayectoria, pero así es la vida, tiene insondables vericuetos.