Noviembre 06 de 1979: el Congreso de Representantes del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) aprueba el proyecto de protocolo para que México se convierta cuando lo decida, en el miembro plenario número 85. Esto abre la puerta a que nuestro país entre a la modernidad comercial, con los impactos implícitos en lo social y político. Habida cuenta que nuestra economía había sido siempre cerrada, de protección a nuestra planta industrial instalada, y se daba un paso bien importante.
De allí pasamos a ingresar al GATT y en 1984 ya estábamos operando el Tratado de Libre Comercio TLC, instrumento de apertura total en donde nuestros productos competirían en anaqueles con los importados de Estados Unidos y Canadá, pero nos abriría mercados inéditos en esos mismos países. Esta fue una de las primeras señales de cambio real que se sintieron a finales del año 1979, pues cinco días antes, en Colima tomó posesión la primera gobernadora de la historia de México, Griselda ílvarez Ponce de León.
Y en menos de dos meses después (1º de enero de 1980) desaparecería el Impuesto Sobre Ingresos Mercantiles, para dar paso al Impuesto al valor Agregado IVA, que complica el manejo fiscal pero permite acceder a más altos impuestos federales. Esta circunstancia de apertura nos ha permitido sobrevivir frente a la estruendosa caída del precio internacional del petróleo, pues ahora participamos en el mercado internacional del automóvil, exportamos alimentos procesados y muchas otras áreas de la economía se activaron.