Diciembre 22 de 1939: inaugura el gobernador general Bonifacio Salinas Leal, dieciseis nuevas salas en la Penitenciaría de Monterrey. En el acto se dieron cita además del señor gobernador, el alcalde de Monterrey Manuel Flores, el presidente del Partido Revolucionario Institucional, licenciado Genaro Salinas Quiroga, así como los representantes de la industria, del comercio y de la banca.
Por alguna causa desconocida no estaba presente en este acto el presidente del Tribunal Superior de Justicia, licenciado Enrique B. Salas, quien había sido presidente durante la mitad de la administración del gobernador Anacleto Guerrero y duró toda la administración de Salinas Leal. Se trató de una remodelación del edificio que se ubicaba frente a la Alameda y se acomodaron los juzgados penales, los civiles, mercantiles y familiares, así como tres salas de apelación. En el Palacio de gobierno -segundo piso, esquina de Zaragoza y 5 de Mayo-, sólo se quedó la oficina de la presidencia del Tribunal, y la Sala del Pleno.