Aunque las explicaciones son diversas el hecho contundente es que el peso mexicano se ha "fortalecido" a partir de la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. En la víspera de aquel 20 de enero el dólar se cotizaba en México en 21.9 pesos. Para marzo había bajado a 19.8 pesos; en abril a 18.5 pesos; en mayo volvió a subir ligeramente a 19,4 pesos y este miércoles, antes del anuncio de la FED sobre el alza de tasas de interés de hoy, el dólar se cotizaba en 17,8% pesos, su nivel más bajo desde agosto del año pasado. Claro que todo esto no significa que el peso se esté "revaluando" pues de hecho, en ese nivel de 17.8% estaría 17.2% más abajo que en 2015 y un 39.3% devaluado frente a lo que se cotizaba frente al dólar en 2014.
Sin embargo es un hecho que en la "era Trump" al peso le ha ido mejor y se ha recuperado y que no ocurrió la catástrofe que se pronosticaba por ser Trump un adversario del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica. Claro que la razón de la "mejoría" del peso tiene que ver más bien con que México es un "santuario" para los especuladores, es decir el lugar a donde van cuando se sienten amenazados o en riesgo por lo que sucede en otros países, como sucede con el muy probable proteccionismo de Trump en materia financiera.
Aquí tiene un gobierno ultra-sumiso, tasas de interés de 6.75% cuando en EU son de 1.25% y grandes reservas internacionales como garantía para sus "inversiones".