Octubre 31 de 1861: Se celebra la Convención de Londres entre Inglaterra, Francia y España cuyo resolutivo es venir a México para intervenir las aduanas para cobrar la deuda que tenía nuestro país con esas tres potencias mundiales. Habida cuenta del atraco que a México infligió Estados Unidos con la guerra de invasión, dijeron que en el fondo nos estaban protegiendo pues en cualquier momento los norteamericanos vendrían por más.
Lo que ellos (los representantes de estas tres naciones) aducían era que se les debía: a Inglaterra, 70 millones de pesos; a Francia 27 millones de pesos y a España, 10 millones de pesos. Por esa supuesta urgencia, de inmediato comenzaron los preparativos para que zarparan los barcos de guerra con tropas de: España, consistentes en 6 mil 200 soldados al mando del conde de Reus; Francia, con 3 mil soldados al mando del almirante Jurien de la Gravière; más los 800 soldados ingleses que venían dirigidos por sir Charles Wyke.
Este trío de potencias estaba asesorada por tres mexicanos traidores monárquicos que eran: José Miguel Hidalgo, Juan Nepomuceno Almonte, hijo natural de José María Morelos; y José María Gutiérrez Estrada, conocido activista en contra del presidente Benito Juárez. Por cierto, Juárez había reconocido la deuda con Inglaterra, pero no con España y menos con Francia. En suma, estas tropas aliadas desembarcaron en Veracruz, y el gobierno juarista los atendió, llegando a la conclusión de que debían regresarse a su país de origen Inglaterra y España, pero Francia traía otras intenciones e invadió a nuestra nación, con los resultados que ya comentamos aquí mismo. Querían más que cobrar una deuda inventada, instalar una monarquía, pues para eso tenían apalabrados a algunos mexicanos conservadores que se pelaban por ser súbditos de un monarca de sangre azul. Pero no contaban con la grandeza de Juárez…