17/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Enero 11 de 1877: muere fusilado en Monterrey, el general Julián Quiroga, por condena de un tribunal que lo culpó de apoyar a Lerdo de Tejada en contra del Plan de Tuxtepec, que encabezaba Porfirio Díaz. Julián Quiroga Villarreal, nació en Ciénega de Flores el 29 de enero de 1829. Hijo de Cirilo Quiroga y María Gertrudis Villarreal, creció en el ambiente de defensa militar en contra los ataques de los indios bárbaros. Participó en la Revolución de Ayutla y en la Guerra de Reforma. Fue subordinado del general Ignacio Zaragoza y en la invasión francesa peleó en la defensa de México distinguiéndose al grado de ser ascendido a coronel en el año de 1862.

Fue un militar de todas las confianzas de Santiago Vidaurri -después de la muerte del general Juan Zuazua-, acompañándolo en contra del presidente Benito Juárez, inscribiéndose en consecuencia en el Imperio de Maximiliano en abril de 1865. Su desempeño en las armas era muy bueno, así que el ministro imperial de guerra, Nicolás de la Portilla, lo nombró general de brigada en 1867, pero ante el derrumbe del Imperio, se fue a Laredo, Texas, en donde permaneció hasta regresar para solicitar su incorporación a la amnistía decretada por Juárez el 13 de octubre de 1870.

Sin embargo, en 1871 se inscribió en el movimiento de Jerónimo Treviño en 1871, durante la revolución de La Noria que encabezaba Porfirio Díaz en contra de Juárez. Pero a la muerte de Juárez, se sumó a Lerdo de Tejada, enfrentando a las fuerzas de Porfirio Díaz que, mediante el Plan de Tuxtepec, buscaban derrocar a Lerdo, algo que el oaxaqueño nunca olvidó. Y menos porque durante la batalla de Icamole, Quiroga y el general Fuero humillaron a los porfiristas, pasando a la historia con el mote de Porfirio Díaz como “El llorón de Icamole”. Una de las diferencias entre Juárez y Díaz es que Juárez lanzó una amnistía a quienes apoyaron a Maximiliano, mientras Díaz nunca perdonó a quienes apoyaron a Lerdo de Tejada. Quiroga fue fusilado en el Puente Nuevo, ubicado por la calle de Zuazua, lo que tal vez le haya servido de consuelo, pues entrambos, Quiroga y Zuazua, lucharon defendiendo a su jefe Santiago Vidaurri, tras la derrota en la batalla de Ahualulco, donde peleaban contra los conservadores Miramón y Márquez.