26/Apr/2024
Editoriales

EL FBI Y EL ATAQUE TERRORISTA DE ORLANDO

Omar Mateen, el joven asesino del centro nocturno gay de Orlando Florida, estuvo bajo investigación del FBI por casi un año, como sospechoso de tener nexos con terroristas, pero finalmente, el FBI dejó el caso y en ningún momento estuvo en riesgo su empleo en G4S. De hecho, informes recientes publicados en el diario New York Times y en el sitio electrónico The Intercept, dejan en claro que el propio FBI ha venido controlando todo un ejército de provocadores "islamistas" pagados, por medio de las tí­picas operaciones encubiertas para "entrampar" presuntos delincuentes (llamas "sting" en la jerga del FBI, que en inglés significa "pinchazo") las cuales cobraron notoriedad en las décadas de 1970 y 1980 con las operaciones Abscam y Brilab, en las cuales agentes del FBI se disfrazaban de prí­ncipes saudí­es para tentar a miembros del Congreso y del movimiento sindical y luego ponerles una trampa para acusarlos de soborno. La mitad de los casos de "terrorismo" abiertos por el FBI desde el 11-S, tienen que ver con estas operaciones de pinchazo, y en muchos de los casos, los individuos involucrados padecí­an enfermedades mentales o estaban desesperados financieramente, o las dos cosas.

Si se quiere entender como controlan los británicos y manipulan la polí­tica de Estados Unidos, solo hay que estudiar con cuidado el nexo anglo-saudí­-FBI. Este aparato ha sido un factor dominante desde que la monarquí­as británica y saudí­ iniciaron el acuerdo Al Yamamah de petróleo por armas en 1985, con sus cuentas secretas en los paraí­sos fiscales para financiar el terrorismo yihadista mundial. Para que Estados Unidos recupere su independencia, se tiene que exponer y aplastar este aparato por completo y para siempre.

Es por eso que los británicos, los saudí­es y el FBI están aterrorizados con la posibilidad de que las 28 páginas dejen de ser secretas. Las pruebas que contienen esas páginas, independientemente de las mentiras que salen de John Brennan y Barack Obama, abren la puerta para ver todo el control del imperio británico, de arriba abajo, sobre el terrorismo mundial. Una intervención sumamente importante en este respecto, es la resolución HR-779 que acaba de introducir el congresista Walter Jones, la cual exige la publicación inmediata del capí­tulo de 28 páginas suprimidas de la Investigación Conjunta del Congreso sobre el 11-S, en el Registro del Congreso, sin ninguna interferencia de Obama o de John Brennan, siguiendo la separación de poderes que marca la Constitución.