17/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

16 de junio de 1866: se celebra en Camargo, Tamaulipas, la Batalla de Santa Gertrudis. Evento que marca el inicio del fin del ejército invasor, pues luego de la exitosa Batalla del 5 de mayo de 1862, los mexicanos habían perdido mucho terreno ante el Imperio de Maximiliano apoyado por Napoleón III, que envió refuerzos por más de 30 mil hombres al mando del general Elie Frèderic Forey, que sustituyó al derrotado Lorencez. Forey regresó a Puebla cuando Ignacio Zaragoza ya había muerto de enfermedad y tomó la Ciudad abriéndose la ruta a la capital de la República. Ante esto, el presidente Juárez salió de la ciudad de México.

Los franceses se instalan en la Capital y comienzaron a gobernar algunas regiones del país. Para 1865 el Imperio dominaba la cintura de la República, y Juárez se encontraba seguro en el Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez), desde donde dirigía la guerra y la administración de la República. A finales de 1865, el Emperador ordenó la eliminación de Juárez y para llegar a él se determinaron dos rutas simultáneas: una que pasara o partiera de Monterrey, y otra más desde Matamoros. Por ello, el general Mariano Escobedo, jefe del Ejército de Operaciones del Norte (Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas) tenía como misión evitar que Tomás Mejía -líder de los mexicanos imperialistas- partiera de Matamoros rumbo al Paso del Norte y que el francés de Tuce tampoco pasara sobre Monterrey rumbo al Norte.

En abril de 1866, Pierre Jeanningros había pactado con Tomás Mejía intercambiar convoyes de mercancías pero se perdieron en el camino. Hasta que el 8 de junio de 1866 el teniente coronel Tucè salió de Monterrey rumbo al río Bravo con 2 mil hombres –mil 500 soldados belgas y 500 mexicanos- y 6 piezas de artillería. Mejía envió de Matamoros un convoy de 200 carros arrastrados por mulas con cargamentos custodiados por 2 mil hombres al mando del general Feliciano Olvera, con las instrucciones de intercambiar mercancías al otro lado de la frontera de Mier (vender lo robado en Matamoros) para con esos recursos seguir persiguiendo a Juárez. Cuando las tropas de Tucè arribaron a Cerralvo, Escobedo movió sus tropas a las Lomas de Santa Gertrudis –cerca de Camargo- dejando a la vista de los franceses 600 caballos al mando de Ruperto Martínez, quien hacía creer a los franceses que los atacaría.

Escobedo llegó a Santa Gertrudis a las 10 de la mañana del 15 de junio y esa tarde sostuvo una escaramuza con los franceses quienes le ganaron. Pero Escobedo regresó a las Lomas y dividió a mil 400 hombres en cinco columnas: cuatro de ataque y una de reserva, que eran acompañadas por dos columnas de caballería al mando del general Jerónimo Treviño. A las 6 y media de la mañana del 16 de junio de 1866, las fuerzas imperialistas dispararon el primer cañonazo seguido de fuerza de artillería y la táctica de Escobedo fue tener a su gente pecho a tierra y ocultar los caballos en un bosque. Y cuando el enemigo estaba a menos de tiro de fusil, Escobedo dio la orden de carga. Según “el parte”, la ejecución fue admirablemente precisa, caminando las columnas de infantería a paso de carga hasta trabarse el combate con la arma blanca y respuesta inmediata de la caballería. Para las siete y media de la mañana, las fuerzas austro-francesas estaban destruidas. En el campo de batalla fallecieron 551 soldados (396 imperialistas y 155 republicanos) 243 heridos (165 imperialistas y 78 republicanos). Y fueron presos 1 mil 001 individuos (858 mexicanos y 143 austriacos). En Santa Gertudis, un ilustre grupo de nuevoleoneses: Escobedo, Naranjo, Treviño y una larga lista de héroes anónimos sellaron la suerte de un Imperio y garantizaron la soberanía nacional, el destino los llevó a triunfar en la batalla de Santa Gertrudis como redención de los nuevoleoneses que habían sido derrotados en la anterior invasión, y ahora vencieron a un enemigo formidable.