No sabemos exactamente de qué manera opera pero los números que obtuvo Saba Consultores en sus mediciones de la opinión pública hasta el 21 de enero, muestran que mientras el gobernador Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, obtuvo aprobaciones de 41% y calificación de solo 6.5, números que no se parecen a los que obtuvo en popularidad e intención de voto durante los últimas semanas del proceso electoral del 2015 cuando siendo entonces una "súper estrella" de la política en México alcanzó niveles que ningún candidato antes los había logrado.
Digamos que los números de El Bronco son medianos y ya no los de un político sensación del momento. Claro, esto tiene que ver con que en estos 3 meses, su gobierno se ha enfrascado en debates nada favorables, sobre la tenencia, la verificación vehicular, Monterrey VI, el Metro gratis, los maestros y sus derechos etc. Si sus números cayeron es explicable.
Lo que no es tan explicable es el hecho de que el coordinador ejecutivo de su gobierno, Fernando Elizondo (FE), quien como precandidato a la gubernatura y que decidió retirarse por no lograr tener ni siquiera un 10% de la intención de voto del electorado, ahora obtiene, en el caso de que se volviera a realizar las elecciones hasta un 15%, y es considerado el mejor político en el estado por más de un 10% de los entrevistados de Saba, además de ser el político más conocido con un 75.2% frente un apenas un 15 % de conciencia en el caso de los funcionarios que le siguen en ese rubro.
Como si el descrédito y la caída en popularidad del gobierno de El Bronco y del gobernador mismo le hubiese favorecido a uno de sus más importantes funcionarios, es extraño ¿No cree usted, amable lectora o lector?