22/Nov/2024
Editoriales

Los Templos de Monterrey. Templos de San Judas y de San Juan Bosco

Hasta la primera mitad del siglo XX el centro de nuestra Ciudad tenía aspecto de pueblo grande y bonito. Sus calles angostas y edificaciones de tipo colonial daban un ambiente agradable y conservador, pero desafortunadamente, el clásico “ahorro” en su mantenimiento terminó deteriorando a las estructuras y fachadas. Luego llegó la gran demanda de locales comerciales que transfiguró a muchas casas en múltiples mini comercios, más rentables que las viviendas, e inició un proceso de decadencia urbana discordante con el añejo trapío de Monterrey.  

 

Aunque la sociedad regiomontana reconocía el problema, no aceptaba las nuevas tendencias arquitectónicas ni quería mermar su economía personal para conservar sus edificaciones históricas en buen estado. Sentía apego a las antiguas imágenes citadinas resistiéndose a aceptar que ya se habían ido para siempre. Así se quedó Monterrey “retratado” por décadas hasta que irrumpieron en el centro de la Ciudad algunos edificios con diseño modernista, se abrieron las puertas a las nuevas tendencias urbanas. Entre los edificios novedosos destacaban los templos religiosos edificados en esa época.

   

El detonante para cambiar de paradigma fue el otorgamiento del Premio Nacional de Arquitectura en 1946 al nuevo Templo de La Purísima Concepción. Esto derrumbó tabúes, pues si una institución tan conservadora como la Iglesia Católica edificaba templos de diseños modernistas, la sociedad debía reaccionar. Y lo hizo espoleando a la creatividad regiomontana, iniciándose la modernización con proyectos innovadores en diversos géneros. 

 

Nuevas generaciones de arquitectos egresados de la UANL y del ITESM dieron rienda suelta a su creatividad modificando el perfil de la Ciudad que crecía año con año. Los arzobispos Guillermo Trischler ( de 1941 a 1952 ) y Alfonso Espino (de 1952-1976) fueron clave para este cambio, pues construyeron varios templos de corte vanguardista. Por tales se deben entender los templos con imágenes exteriores de figuras geométricas monumentales, construidos con materiales sobrios fabricados localmente como el concreto hidráulico, el ladrillo, el acero y el vidrio.

 

En su interior, estos templos son más austeros que los tradicionales, aunque sus altares también son monumentales y artísticos, mientras que los laterales son sencillos. Pero su diseño es más completo, pues contempla oficinas, salones, servicios sanitarios y estacionamientos; equipamiento mínimo que facilita la cómoda interacción entre los diversos grupos de feligreses asistentes.

  

Las primeras dos iglesias de este estilo que estudiaremos son: el Santuario  de San Judas Tadeo, en el Centro de Monterrey; y la Parroquia Universitaria San Juan Bosco, en la colonia Altavista. 

 

SAN JUDAS TADEO

 

San Judas Tadeo es uno de los Santos más recurridos por la grey católica. Sin embargo, en nuestra Ciudad no había un templo dedicado a su devoción, aunque había pequeños altares de San Judas en otras iglesias como Catedral y el Roble, que eran sumamente visitados. 

 

El bíblico personaje de San Judas Tadeo, fue primo y uno de los doce Apóstoles de Jesucristo. Es un mártir católico, y patrono de las causas imposibles. Santa Brígida de Suecia (1302-1379), mística y patrona de Europa, narraba que en una aparición Jesús le recomendó que cuando requiriera de una intercesión en cuestiones muy difíciles o imposibles, recurriera a los oficios de San Judas Tadeo. 

 

Regresando a nuestra Ciudad, el arzobispo Alfonso Espino y Silva consiguió un donativo de unos terrenos ubicados en la acera sur de la calle 5 de Mayo, entre Miguel Nieto e Ignacio Luis Vallarta. De inmediato, en 1966 se inició allí la construcción de un Templo dedicado a San Judas Tadeo, que fue bendecido el 27 de octubre de 1967. Su diseño es modernista aunque su ubicación no le permite lucir mucho pues el parámetro de la calle 5 de Mayo es menor a los 20 metros, y para apreciar la fachada se debe observar por el frente.  

 

Este templo fue declarado Santuario para que, aprovechando la fuerte devoción a San Judas Tadeo, los feligreses pudieran acceder a los beneficios espirituales de este lugar de peregrinación, el cual inmediatamente se convirtió en uno de los templos más visitados de la Ciudad. El flujo de personas entre los días previos y el 28 de octubre, el Día de San Judas Tadeo, es superior a los 11 mil peregrinos. 

 

El Santuario de San Judas Tadeo, quedó inserto en el Barrio del Mediterráneo, y eso le garantiza que haya feligresía en las misas dominicales, pues este sector es de los pocos que quedan con viviendas en el Centro de Monterrey. Sin embargo, no podemos dejar de ser regiomontanos y conforme a nuestra cultura productiva, para aprovechar la afluencia de fieles y peregrinos, pronto se rodeó de pequeños comercios donde venden pan, churros, buñuelos, atole, tabaco y artículos religiosos. Es tal la afluencia en sus fiestas patronales que deben cerrarse las vialidades.

 

 

 

SAN JUAN BOSCO

 

A finales de la década de los años 40 del Siglo XX, cuando la ciudad iniciaba su expansión al sur, mientras aparecían las primeras viviendas en las colonias México, Altavista, y sobre todo las primeras instalaciones del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, se iniciaron las gestiones para construir una Parroquia Universitaria, es decir que atendiera tanto a los vecinos como a estudiantes y maestros universitarios. 

Este tema era importante para los visionarios promotores del mencionado Centro de Estudios superiores, pues eran personas de fe. Y dada su prominencia social, no fue difícil conseguir para este fin unos terrenos en la calle de Bogotá de la colonia Altavista, edificándose un Templo de corte modernista dedicado a San Juan Bosco, patrono de la Juventud, que fue bendecido el 8 de marzo de 1957.   

 

Casi de inmediato fue investido como Parroquia Universitaria de San Juan Bosco, y hoy día sigue siendo una de las iglesias con más concurrencia de jóvenes, es decir, sus promotores tuvieron éxito también en ese proyecto. Desde luego que su aceptación no es casual, pues demás de su ubicación cercana al campus Monterrey del Tecnológico y su moderna arquitectura, este templo tiene su propio auditorio, varios salones, una casa y su oficina parroquial. 

 

Desde luego que tampoco ha estado exento de problemas. El 28 de diciembre de 2008 se suscitó un incendio que destruyó casi todo el interior del Templo de San Juan Bosco. Se perdió el interior casi en su totalidad, destacándose el quebranto de una imagen de María Auxiliadora que databa de la fecha del construcción del templo y de un crucifijo monumental de los años 80 del siglo pasado. 

 

 

¿Quién fue San Juan Bosco?

 

San Juan Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo de Asti, Italia, pueblo que hoy se llama Castelnuovo Don Bosco. Su educación fue religiosa conforme a las costumbres de su familia, estudiando y ordenándose como sacerdote en Turín en el año de 1841. Comenzó una vida sacerdotal normal, sin embargo, pronto se sensibilizó de las desigualdades sociales que sólo de oídas conocía. 

 

Se ocupó de apoyar a huérfanos, jóvenes y niños de la calle, fundando lo que se llama Oratorios, es decir lugares ambulatorios en donde los niños y los jóvenes pueden comer, estudiar, aprender un oficio, practicar algún deporte, y jugar durante el día para irse a  dormir en sus casas.

 

 El siguiente paso en su obra fue la fundación de Oratorios exclusivos para niñas, y para ese proyecto consiguió que la madre María Mazzarelo le ayudara, lo que potenció su exitoso programa social. Estos Oratorios para niñas desarrollaron un sistema educativo sin violencia, que se replicó en muchas poblaciones. Hoy día, existen en 123 países y atienden a más de un millón de estudiantes en todo el mundo. 

 

San Juan Bosco murió el 31 de enero de 1888 y fue canonizado por Pío XI en 1934. 

 

 

FUENTES 

 

https://es.catholic.net 

https://www.arquidiocesismty.org/parroquia-info.php?id=70 

http://www.catholic-hierarchy.org/diocese/dmonm.html 

https://sanjudastadeomty.com 

http://www.sanjuanbosco.mx