LA REVOLUCION MADERISTA
El día 20 de noviembre de 1910 arrancaron los hechos de armas en favor de la Revolución Mexicana convocada por Francisco I. Madero que cuestionaba la enésima reelección del presidente Porfirio Díaz, y exigía una apertura democrática.
La revolución maderista atrajo simpatizantes de todos los estados y territorios de la República, así como de numerosos exiliados en Estados Unidos, que apoyaban con recursos y armas. Hubo enfrentamientos armados en los estados de Campeche, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Michoacán, Morelos, Puebla, Sonora y Zacatecas.
El ejército federal contra los revolucionarios
Díaz combatió enérgicamente a los revolucionarios. Cerró periódicos y revistas, aprehendió opositores, detuvo a simpatizantes privándolos de tierras y negocios. Además envió al aparentemente poderoso ejército federal, contra los revolucionarios que ‘estaban mal armados y desorganizados’. Algo había de eso, pero tenían el apoyo popular y conocían bien sus territorios, mientras los combatientes federales, reclutados forzosamente, venían de todo el país, no conocían el terreno, el clima, ni tenían simpatías populares, y muchos mejor desertaban para dedicarse al bandidaje o integrarse a los grupos revolucionarios.
Recula Porfirio Díaz y pide ayuda a Bernardo Reyes que estaba en Europa
Para finales de abril de 1911, las derrotas del ejército federal obligaron a Porfirio Díaz a traer de Europa al ‘disciplinado’ Bernardo Reyes como Ministro de Guerra. Sin embargo, las victorias de los revolucionarios se multiplicaban en el Norte y, a principios de mayo, Díaz empezó a hacerse a la idea de la derrota, por lo que el 7 de Mayo de 1911 se dirigió a la nación en los siguientes términos: "El Presidente de la República que tiene la honra de dirigirse al pueblo mexicano en estos solemnes momentos se retirará, sí, del poder, cuando su conciencia le diga que al retirarse, no entrega el país a la anarquía y lo hará en la forma decorosa que conviene a la Nación".
El 9 de mayo de 1911, Madero envió un telegrama a José Yves Limantour, ministro de hacienda e improvisado negociador, con las exigencias de los revolucionarios. Entre ellas sobresalían las exigencias de que tanto Porfirio Díazcomo el vicepresidente electo Ramón Corral renunciaran y el rechazo al general Bernardo Reyes como secretario de Guerra.
Se firman los Tratados de Cd. Juárez y Díaz abandona el país
El 21 de Mayo de 1911 los revolucionarios y el gobierno de Porfirio Díaz firmaron los tratados de Ciudad Juárez, cesando las hostilidades. Por su parte Díaz y Corral dejaron el poder y el territorio nacional, al tiempo que se nombró un Presidente Interino de acuerdo a las reglas para la sucesión establecidas en la Constitución de 1857 y se expidió la convocatoria para celebrar elecciones extraordinarias.
Porfirio Díaz, en medio de manifestaciones y motines en la Ciudad de México, entregó el Poder Ejecutivo pacífica y ordenadamente a Francisco León de la Barra, ministro de Relaciones Exteriores. De la Barra convocó a elecciones el 1º de junio de 1911, mismas que se celebraron en octubre, resultando electos como presidente Francisco I. Madero y José María Pino Suárez como vicepresidente.
Toma Madero el poder
Esta fórmula ganó en todos los estados, excepto en Jalisco y Tlaxcala por lo que, el 6 de noviembre de 1911, ambos tomaron posesión de sus cargos. Sin embargo, Madero llegó cargando compromisos tomados durante su campaña que eran imposibles de cumplir, porque se oponían a otros contraídos con anterioridad.
Viviano I. Villarreal, gobernador del estado; Fermín Martínez, alcalde de Monterrey
En Nuevo León, una semana después de la caída de Díaz, renunció el gobernador José María Mier, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Leobardo Chapa, tomó el poder. Inmediatamente se realizaron elecciones para gobernador, y se alzó con la victoria don Viviano I. Villarreal quien tomó posesión del cargo el 4 de octubre de 1911.
En tanto el Cabildo de Monterrey, electo para el año de 1911, presidido por Fermín Martínez, apenas sesionó diez veces en todo el año, guardando absoluta neutralidad en relación a los sucesos nacionales.
Se complica a Madero la política
El año de 1912 fue un año de desaciertos para Madero. Conservó una parte de la burocracia y a todo el ejército porfirista, en donde algunos eran leales a las instituciones, pero la mayoría, a Díaz y su grupo. Los campesinos que habían apoyado con las armas le exigían las tierras fértiles que durante el porfiriato les habían sido despojadas, y Madero contestaba con evasivas. A los grupos obreros les había ofrecido derechos laborales y a los industriales nacionales y extranjeros mantener las cosas como estaban; así que terminó fallándole a todos, por lo que Zapata, Villa y otros se alzaron contra Madero.
Al iniciar el año de 1913, Madero ya tenía entre sus exaliados a sus enemigos. La milicia y los industriales, principalmente los extranjeros, temían que algún grupo radical, como los magonistas tomaran el poder, así que mejor organizaron una celada contra el Presidente.
Cae y asesinan a Madero, cesa Huerta a Villarreal, y nombra gobernador a Botello
Entre el 9 y 18 de febrero de 1913, en el episodio conocido como la ‘Decena Trágica’ una parte del ejército se alzó contra Madero y otro grupo de militares simuló defenderlo. Todo acabó con las muertes del presidente y el vicepresidente, para que Victoriano Huerta usurpara la Presidencia de la República.
Por consiguiente, en Nuevo León cayó Viviano I. Villarreal, y el Congreso nombró el 22 de febrero de 1913 gobernador a Jerónimo Treviño, pero un mes después, el 24 de marzo de 1913, Huerta nombró a Salomé Botello como gobernador, y el congreso se dobló ante la ‘sugerencia’ del usurpador.
En Monterrey, para el año de 1913 fue electo alcalde primero Nicéforo Zambrano. Un Carrancista nacido en 1861 en Santo Domingo, San Nicolás de los Garza, desarrollado en el comercio, siendo transportista entre Monterrey y Matamoros, y entre Parras y Cuatro Ciénegas. En 1895 se inició en Coahuila como vitivinicultor, acercándose en Cuatro Ciénegas a la familia Carranza. En 1903 volvió ya politizado a Monterrey uniéndose al magonismo, y organizando al Partido Antirreeleccionista en el estado. En 1912 fue regidor en el Ayuntamiento de Monterrey, y alcalde en 1913.
Nicéforo Zambrano, alcalde primero propietario del 12 de enero al 19 de marzo de 1913.
Más que por sus obras materiales o gubernativas Nicéforo Zambrano pasó a la historia como uno de los grandes alcaldes de Monterrey por sus actos heroicos y su lealtad al régimen legalmente electo. Veamos su toma de protesta para el año de 1913:
“en la Ciudad de Monterrey, capital del Estado de Nuevo Leon siendo… el día veinte de Enero de mil novecientos trece… Siendo las once y treinta minutos de la mañana, hora en que quedó posesionado previas las ritualidades establecidas el C. Niceforo Zambrano, del cargo de alcalde 1o. para el que fue designado por el presente año, con el voto popular, el referido funcionario, declaro abierta la sesión para proceder desde luego á tomar la protesta de ley, á los C.C. Don Agustin Garza González, Licenciado Adolfo Villarreal, Joaquin V. Escamilla, Licenciado Lázaro V. Villarreal, Francisco Zambrano Yngeniero Marcos f. Hernandez, Eduardo Martínez Celis, Profesor Eugenio Pérez Maldonado, Doctor Alfredo Dávila Gutíerrez, Ramon Castillo, Miguel Cirilo Señor José Treviño Flores, Patricio V. Milmo , Pedro Garza Cantú, Benjamín Madero, Demetrio Garza, José Belden, Profesor Jose Rocha y Doctor José D. Gutíerrez, en su carácter de Regidor todos ellos y á los C.C. Licenciado Galdino P. Quintanilla, Ingeniero Luis Pérez Balde y Breaxedis Lozano como Síndico primero, segundo y tercero respectivamente.”
Inicia el alcalde Nicéforo Zambrano una reorganización del archivo municipal:
“Acta número dos (2). Sesión ordinaria del veintidos de enero de mil novecientos trece, verificada bajo la Presidencia, del C. Alcalde Primero Constitucional Don Nicéforo Zambrano… propuso que se nombrara una comisión para que buscara un sistema de archivo adecuado, á fin de que preste facilidades, pues frecuentemente se presentan dificultades para encontrar los expedientes que se necesitan, entorpecíendose así los negocios”
Intenta el alcalde Zambrano modernizar el marco jurídico municipal
que databa de 1879
“Acta numero cuatro. Sesión ordinaria del dia tres de Febrero de mil novecientos trece. =Presidencia del C. Nicéforo Zambrano, Alcalde Primero Propietario… haciendo patente la necesidad imperiosa que tiene esta Asamblea, de poseer leyes adecuadas que vayan de acuerdo con el avance intelectual y moral de la población, ya que la Ley Constitutiva y la del Gobierno Ynterior de los Distritos, fueron expedidas desde el año de 1879; y expresando la conveniencia de que se reformen ó adicionen para sujetarlas despues á la aprobación del Superior Gobierno del Estado. =La petición de que se hace mérito, contiene las siguientes cláusulas:= "Primera. Se declara necesario hacer un estudio concienzudo de las Leyes Constitucionales del Estado en cuanto se refieren á los Municipios, para acomodar las reformas que se propongan á las necesidades públicas y á los principios de la Constitución Federal. =Segunda. =Se autoriza al Alcalde 1o. para que nombre una "Comisión de Estudio y Reformas" compuesta cuando ménos de tres miembros, fijándoles el tiempo en que deban rendir sus trabajos y la remuneración por los mismos. =Tercera= Se autoriza al propio Alcalde Primero para que disponga de los Fondos Municipales, hasta la cantídad que se acuerde, con el fin de hacer las remuneraciones que menciona el punto anterior”
Cuando inicia la decena trágica, el alcalde Nicéforo Zambrano se pronunció en favor de Madero, y formó una Policía Secreta que detuvo a gente relacionada con el golpe militar de Huerta, guiada por Félix Díaz:
“Acta número cinco. (5). Sesión ordinaria del diesisiete de Febrero de mil novecientos trece.- Presidencia del Alcalde Primero Constitucional C. Nicéforo Zambrano… La principal de las causas consiste en la situación anormal porque atravieza el Supremo Gobierno amenazado por los enemigos del orden y la tranquilidad, cuya amenaza ha cundido hasta aquí, aun cuando solo sea de una manera que no pueda traer más consecuencias que la alarma consiguiente entre los moradores del municipio en particular y del Estado en general.- Pero en previsión de posibles conflictos que dieran al traste con la paz pública que ha distinguido siempre á nuestro Estado aun en épocas verdaderamente aciagas, la autoridad de mi cargo, de acuerdo con el Superior Gobierno, ha tomado medidad enérgicas y puesto en práctica todos los medios posibles para estar prevenida contra cualquier evento y garantizar así la legitimidad de nuestros derechos como ciudadanos y como elegidos del pueblo para administrarlos á la vez que para velar por el decoro del Supremo Gobierno y por las vidas é intereses de los habitantes de esta municipalidad. De aquí, como antes dije, la causa principal para la inspección de las sesiones reglamentarias del Ayuntamiento, ya que las gestiones hechas en pro de la tranquilidad demandaban toda la atención y regresión todo el tiempo del suscrito.- Por todos vosotros es sabido el movimiento revolucionario iniciado el día 7 de los corrientes en esta Ciudad por malos ciudadanos que, abusando de la liberalidad del Gobierno, han pretendido sembrar la discordia secundando, como se de presumirse, la asonada felicita que ha sembrado de luto á la Capital de la República y la que á no dudarlo, terminará favorablemente para el Gobierno constituido.- Esta circunstancia fué la que obró para que el suscrito de acuerdo con el Señor Gobernador del Estado, pensara en la creación de un "Cuerpo municipal de Seguridad" que se esta organizando bajo la dirección del Señor Alfredo Pérez, designado por esta Presidencia para el efecto.- Este cuerpo, que para hoy lleva afiliadas cerca de sesenta individuos, con sueldos de un peso cincuenta centavos para el soldado ruso y de dos y tres pesos para los jefes, se ha suplido en los dias hasta hoy transcurridos á contar del ocho de los corrientes, con auxiliares que en número de trescientos más ó menos han atendido á la vigilancia de la Ciudad haciendo rondas nocturnas por diferentes barrios y custodiando los edificios públicos.- Con igual objeto y tambien de acuerdo con el Ejecutivo del Estado, se han designado con el carácter de policía secreta, á quince individuos que perciben por su labores, dos, tres y cinco pesos diarios.- Los gastos hasta hoy erogados en atenciones del Cuerpo de Seguridad y de los empleados secretos á que se hace mérito, ascienden á la suma de dos mil ochocientos pesos poco más ó menos: estando el suscrito autorizado por el Gobierno para disponer de la cantidad indispensable para el servicio de vigilancia y necesidades que el mismo demande.- Otro de los motivos para la suspención de las juntas, consistió en las averiguaciones previas iniciadas ante esta autoridad debido á los arrestos llevados á cabo de varias personas de quien se tenián sospechas que estuviesen iniciadas en el movimiento del dia 7, á que me he referido. Algunas de ellas fueron consignadas al C. Jefe de esta Zona militar; otras al Juez de lo Penal en turno y las demás puestas en libertad por falta de méritos para proceder en su contra; haciéndose unícamente la consignación de cinco de estos arrestados al Juez de Distrito y por la responsabilidad que pudiera resultarles en aquel movimiento”
Cae Zambrano y lo apresan por órdenes de Huerta
Como era de esperarse, Huerta destituyó a Zambrano y nombró alcalde de Monterrey el 19 de marzo de 1913, a Fermín Treviño. La mayoría del Cabildo se adecuó a la dictadura de Huerta, mientras Nicéforo Zambrano, el jefe de la policía secreta Alfredo Pérez y otros simpatizantes de Madero, fueron aprehendidos y llevados a la Ciudad de México donde se les internó en la penitenciaria; Jerónimo Treviño abogó para que fueran liberados.
“… Sesión estraordinaria del día diez y nueve de Marzo de mil novecientos trece. Abierta la sesión, cinco de la tarde, el Señor Doctor Fermin Martínez, quien ocupó la Presidencia hizo ver a la asamblea que en virtud de comunicación recibida del superior Gobierno, se hizo cargo de la Presidencia municipal, atendiendo para ello a la situación anormal por que atravieza la Ciudad, a lo mandado por la ley sobre Gobierno Interior de los Distritos: que viene animado de los mejores deseos y suplicaba a la asamblea su colaboración para lograr la completa tranquilidad, asi como el buen encausamiento de los negocios públicos. Hecho ver por el Señor Doctor Martínez que estan acéfalos algunos puestos de jueces auxiliares, se acordó, previas algunas consideraciones que una Comisión integrada por el comisionado de Policía y Señor Licenciado Rodolfo Hinojosa, y por los señores Doctores Dávila y Rangel en Cia del alcalde 1o. hagan en su oportunidad los nombramientos que sean necesarios”
Nicéforo Zambrano, tesorero general del Ejército Constitucionalista y luego jefe de impresión de Papel Moneda del ejército Constitucionalista.
La revolución anti - huertista
Al día siguiente del asesinato del presidente Madero y del vicepresidente Pino Suárez, el gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, pidió permiso al Congreso de ese estado para formar una milicia y separarse del gobierno estatal, lo que se le concedió. Y así, el 26 de marzo de 1913 con algunos jefes revolucionarios de Coahuila, lanzó el Plan de Guadalupe, contra la usurpación de Victoriano Huerta.
Pronto se sumaron los jefes revolucionarios de la etapa maderista como Villa, Zapata, y Orozco. Huerta incendió al país con una revolución mucho más violenta que la maderista, y esta vez llegó al centro de la República. El ejército del gobierno huertista era más reducido en número de efectivos pero muy violento.
Nicéforo Zambrano, alcalde primero constitucional 13 de abril al
31 de diciembre de 1914
Para mayo de 1814 el ejército constitucionalista ya tenía el control casi total del país. Carranza como jefe del ejército nombró gobernador el 24 de abril de 1814 a Antonio I. Villarreal, y desde el 13 de abril anterior había restituido a Nicéforo Zambrano en la alcaldía de Monterrey. Y en julio 15 de 1814, cayó Huerta y huyó del país.
“En la Ciudad de Monterrey Capital del Estado de Nuevo Leon, siendo las diez de la mañana del dia 9 de Mayo de mil novecientos catorce, dia y hora designados para tomar la protesta de Ley al Ciudadano Licenciado Viviano Treviño, nombrado por el Señor Gobernador y Comandante Militar del Estado, Juez 2o. local letrado de este Múnicipio, con el carácter de provisional, el Ciudadano Niceforo Zambrano con su carácter de Alcalde Primero Constitucional procedió á tomar la protesta.”
Huye Botello, y los regidores dejan de asistir, así que había alcalde, mas no cabildo
El gobernador Botello, casi todos los miembros del Cabildo y otros simpatizantes de Huerta huyeron o se escondieron, así que el resto del año hubo alcalde pero no Cabildo.
Nicéforo Zambrano fue un alcalde literalmente revolucionario
El alcalde Nicéforo Zambrano realizó distintas acciones para apoyar al movimiento carrancista que ya estaba enfrentado con los convencionalistas de Villa y Zapata: formó la Brigada Morelos que combatió en distintas batallas de la Revolución. Persiguió a los Huertistas, restableció la policía secreta, y por instrucciones de Carranza restableció la actividad agrícola de Monterrey, permitiendo que se sembraran las tierras abandonadas.
Terminó el periodo para el que fue designado. Fue electo diputado al constituyente federal de 1916-1917; terminada la constitución fue nombrado gobernador de Nuevo León mientras se celebraba el constituyente local de 1917.
Impulsa Nicéforo Zambrano la creación de la Junta de Conciliación y Arbitraje
Zambrano instó a los obreros y patrones a constituir la Junta Central de Conciliación y Arbitraje, que fue creada en marzo de 1918. Durante años colaboró con la Junta de Beneficencia Pública que ayudaba a la población durante la pandemia de la influenza española.
Entre 1920 y 1922 fue cónsul mexicano en San Francisco, California; se retiró a la vida privada y murió en 1940 en Monterrey.
FUENTES
20 de enero de 1913
22 de enero de 1913
3 de febrero de 1913
16 de febrero de 1913
19 de marzo de 1913
9 de Mayo de 1914
Los Grandes Gobernadores de Nuevo León. Nicéforo Zambrano, Leopoldo Espinosa Benavides, 2 de abril de 2018.