Al caer vencido Victoriano Huerta el 15 de julio de 1914, su derrotado ejército organizado desde el porfiriato se desmembró. Muchos soldados volvieron a sus pueblos, una parte se quedó en donde le había tocado el fin del régimen, y otra se sumó a los grupos revolucionarios.
Pero un año antes, el gobernador Salomé Botello, hombre leal a Huerta, había repelido a los revolucionarios de Pablo A. González que intentaron tomar la Ciudad el 20 de agosto de 1913. Sin embargo, el 17 de abril de 1914, regresó el terco lampacense marchando desde Salinas Victoria y en esta ocasión consiguió tomar las posiciones militares de los huertistas.
La Penitenciaría era la instalación militar más importante del centro de la Ciudad
La instalación militar más importante era la Penitenciaria -que se encontraba frente a la Alameda- último reducto militar del huertismo, custodiada por doscientos hombres y varias ametralladoras. Pero aun así, fue tomada el 24 de abril de 1914 quedando la Ciudad en manos de los revolucionarios, pues el gobernador Botello huyó y el carrancismo instaló en ese sitial al general Antonio I. Villarreal, cuyo gobierno es tema de un texto aparte.
Pero una vez derrotado Huerta se dieron cuenta que los revolucionarios no eran un bloque monolítico, pues militaban en dos esquinas pugnaces que pronto se enfrentarían por el poder:
Los revolucionarios convencionistas contra los revolucionarios constitucionalistas
Los convencionistas eran los villistas, zapatistas, roblistas (José Isabel Robles), las tropas de Eulalio Gutiérrez y otros pequeños ejércitos, que luego de feroces enfrentamientos fueron vencidos por los constitucionalistas. Estos a su vez estaban agrupados al interior en carrancistas, obregonistas, callistas, los de Pánfilo Natera, e igualmente por pequeñas gavillas y guerrilleros.
El Cuartel Militar ubicado en Madero y Corona casi no se utilizó
Así que, al término de esa fase revolucionaria quedaron ‘vivos’ muchos ejércitos liderados por sus Caudillos, y todos pretendían que su favorito fuera Presidente de la República. En todo ese tiempo revolucionario, el Cuartel Militar porfirista ubicado en la esquina de avenida Madero y calle Corona sólo se utilizó a medias.
Francisco Villa en Monterrey
Entre los avatares revolucionarios, Monterrey ‘tuvo el honor’ de recibir el 13 de marzo de 1915 la visita del mítico revolucionario Francisco Villa. El Centauro del Norte vino con la intención de ‘abastecerse de parque’ es decir, a exigir dinero a los comerciantes regiomontanos para su causa, pero el regateo típico de nuestra estirpe salió a relucir y en los once días de permanencia no consiguió el millón de pesos que quería, llevándose unos 300 mil pesos.
Inaugura Ildefonso Vázquez una nueva etapa de la revolución
Inmediatamente después llegaron las fuerzas del constitucionalismo, y a partir de mayo de 1915 con el gobernador carrancista Ildefonso Vázquez y sus sucesores hubo paz en el estado, lo que permitió celebrar un Congreso Constituyente local en 1917 que nos dio una Constitución, misma que hasta hace apenas unos meses regía con algunas adecuaciones.
Villa no dejaba de ser una amenaza potencial para Carranza
En el nivel nacional, se instaló Venustiano Carranza en la Presidencia -en mayo de 1917-, intentando pacificar el país, pero entendió que para conseguirlo necesitaba someter al indómito y popular Francisco Villa. Para ello envió al general Joaquín Amaro, que en 1918, operó en Durango y Chihuahua contra los villistas y otros alzados.
Joaquín Amaro profesionaliza al ejército y lo convierte en una institución popular
La encomienda de Amaro incluía la Comandancia Militar de la zona Norte -Chihuahua, Durango, Nuevo León, Coahuila y San Luis Potosí-, en donde modernizó la figura del Ejército, homologando uniformes, salarios y armamento de los grupos revolucionarios. Rotó al personal separando a los soldados de sus caudillos, formalizando así la Comandancia del Norte que dejó de ser sólo una ‘bola’. Lo hizo tan bien que, asesinado Carranza en 1920, el nuevo presidente Álvaro Obregón lo mantuvo al frente de la Comandancia del Norte sólo cambiándole de nombre al de 5º División del Norte.
Joaquín Amaro profesionalizó el ejército, eliminando la leva (reclutamiento forzoso) e implantando la obligatoriedad de educación primaria para todo militar y opcionales la secundaria, el bachilleres y las ‘artes y ciencias militares’ como forma de ascenso.
Las cuarteles militares cerrados fueron sustituidos por espacios abiertos
Se sustituyeron los cuarteles cerrados y fortificados por campos militares espaciosos, con grandes campos de práctica, barracas para soldados solteros y departamentos para casados, escuelas para hijos de militares, centros de abastos de alimentos a precio económico para las familias, más comedores, e instalaciones que estaban a disposición de la ciudadanía para espectáculos.
CAMPO MILITAR JOAQUÍN AMARO, RODRIGO ZURIAGA, CAMPO NÚMERO UNO, HOY COMANDANCIA DE LA CUARTA REGIÓN MILITAR.
Con esta política de modernización se erigió en Monterrey el Campo Militar en un enorme terreno al norte de la Ciudad -334 hectáreas-, acotado por la vía del Ferrocarril a Matamoros, los patios de Ferrocarriles Nacionales (para movilizar tropas por vías férreas), el Sendero del Sur (hoy Avenida Nogalar, límite entre Monterrey y San Nicolás de los Garza), y la Carretera a Laredo (avenida Universidad).
Almazán fue el Primer Jefe de Operaciones Militares de la Séptima Zona
Para edificar el Campo Militar, que sería asiento de la Séptima Zona Militar, Joaquín Amaro asignó el trabajo al general guerrerense Juan Andreu Almazán, quien sería el primer Jefe de Operaciones Militares de la Séptima Zona. El proyecto arquitectónico se le encargó al ingeniero Juan Lobeira Castro, y las instalaciones militares fueron erigidas por Almazán.
Ese terreno había sido expropiado en 1928 a pequeñas industrias y propietarios particulares. La construcción formal inició en 1930 con mano de obra militar, comprándose los materiales necesarios en los negocios locales instalados en la Ciudad.
El Campo Militar Número Uno de Monterrey, nuevo rostro del Ejército
Su primer nombre fue "Campo Militar Joaquín Amaro", luego "Campo Militar Rodrigo Zuriaga" (General Brigadier que muriera en 1929 defendiendo la plaza de Monterrey, tomada por las tropas de Escobar que se oponía a que Portes Gil sustituyera al difunto Obregón en la presidencia) y, finalmente se le llamó "Campo Militar Número Uno" de la Séptima Zona Militar.
Este nuevo Campo contaba con instalaciones militares de primera línea y otras de enlace con la comunidad, para que el pueblo no viera en el ejército a un enemigo. Sus instalaciones no eran sólo para cumplir sus objetivos militares, pues constaban de:
El Casino (social) del Soldado fue inaugurado el 24 de junio de 1938, el mero día del cumpleaños del general Juan Andrew Almazán. Ahí se celebraban festividades militares, gubernamentales y verbenas populares para la ciudadanía. Este Casino también se rentaba al público en general para fiestas particulares. Además tenía una biblioteca y amenidades varias.
Las familias de los militares reciben un trato digno
Para las familias de militares había un gimnasio, vestidores y baños rusos. Espacios para clases de costura y cocina, salón de belleza para mujeres y peluquería para hombres. Había un teatro al aire libre para funciones de teatro y proyecciones de cine. Este Casino era muy atractivo por contar con hermosos jardines y un gran lago.
El Campo Militar estaba circundado por una barda de tres metros de altura y Torres de Vigilancia en las entradas, espiaderos en la barda y, en la parte superior, ametralladoras.
Había un cuartel general de 2 pisos, oficinas para la comandancia, el estado mayor y sus asistentes, salón de reuniones o ‘war room’ es decir, un ‘cuarto de guerra’.
La realización de actos públicos en el Campo Militar
Tres cuarteles, uno para cada arma: artillería, infantería y caballería (que ya era motorizada), con sus propias oficinas e instalaciones. Una unidad habitacional que concentraba las Casas del Comandante de Zona, para las familias de oficiales y las familias de las clases de tropa (sargentos, cabos) y soldados, más barracas para los soldados solteros. Campos ecuestres y deportivos, incluyendo uno multiusos que contaba con una gran gradería donde la ciudadanía acudía a numerosos eventos y celebraciones cívicas.
Contaba con balneario de albercas recreativas abiertas para la comunidad ciertos días y permanentemente para las familias de los militares. Además albercas militares para entrenamiento y ejercicio de los militares. Desde 1934 existía un hospital y un mercado, tiendas de abarrotes y de ropa, comedor, hangar y pista de aviación con talleres y almacenes. Existió en ese tiempo una Escuela militar de Aviación (desde 1932) similar de las otras tres del país: México, Guadalajara y Villahermosa.
Cede el campo Militar cien hectáreas para la construcción de Ciudad Universitaria
En las décadas de los años 40 y 50 pasados, el Campo Militar se utilizaba para reclutamiento y envío a Estados Unidos de trabajadores temporales dentro del Programa Bracero, sirviendo también como lugar de reposo de los ‘braceros’ que venían de lugares lejanos. En los años 50 se cedieron cien hectáreas del Campo Militar para la construcción de la Ciudad Universitaria de la Universidad de Nuevo León.
Se mueve la Estatua de El Soldado a la entrada del Campo Militar
En la Plaza Plan de Guadalupe (del Mediterráneo) se instaló la Estatua del Soldado, autoría de Joaquín Arias, inaugurada el 20 de noviembre de 1960 que, años después, se trasladaría a la calle Universidad -hoy Alfonso Reyes- justo frente a la entrada del Campo Militar.
En 1979 se dieron 55 hectáreas de terreno para la creación de un bosque urbano, parque recreativo y cultural. En 1990 se inauguraron en este espacio instalaciones de: un aviario, un lago, velódromo, ciclopista, los museos de la Fauna, del Automóvil, Pinacoteca, un complejo cultural, deportivo y de esparcimiento llamado ‘Parque Niños Héroes’.
Continúa la desincorporación de terrenos del Campo Militar en beneficio del deporte
Entre los años de 1987 y 1989 se construyó el Parque de Béisbol Monterrey, hoy llamado Estadio Mobil Super, con capacidad para más de 21 mil espectadores siendo el más moderno de Latinoamérica.
En el año de 2007 una parte del Parque Niños Héroes se convirtió en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo, donde se forjan atletas de clase mundial. Actualmente se conserva sólo una pequeña parte del antiguo Campo Militar, donde se ubica la Comandancia de la Cuarta Región Militar con jurisdicción sobre Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí. El Hospital Militar se ha modernizado teniendo una gran calidad médica y está abierto al público con precios accesibles.
CAMPO AÉREO DEL AEROPUERTO DEL NORTE
En la carretera a Nuevo Laredo existía un Campo de Aviación privado en donde, principalmente la Casa Holck vendía avionetas. Allí se construyó un Aeropuerto Internacional que se inauguró el 8 de septiembre de 1942, para cubrir los vuelos de la ruta a la Ciudad de Dallas, Tx.
Participar en la Segunda Guerra Mundial dejó entre otros beneficios,
el Aeropuerto del Norte
Sin embargo, la participación de México en la Segunda Guerra Mundial a favor de los aliados, permitió que el gobierno norteamericano -en previsión de alguna invasión a su territorio-, invirtiera en la construcción de pistas aéreas de emergencia en la frontera mexicana y en las costas. Una de estas pistas se construyó en Monterrey, misma que hoy conocemos como Aeropuerto del Norte.
Se construyó un sistema de pistas capaz de soportar el peso de las naves aliadas de mayor tamaño, entre ellas los famosos Bombarderos B-17. El diseño militar contemplaba tres pistas formando un triángulo que permitía que, con una buena sincronización, pudieran aterrizar y despegar casi simultáneamente tres aeronaves. Nunca hubo autoridades de la fuerza aérea norteamericana, y solo se conservó como una pista militar de emergencia.
Continuará…
FUENTES
https://www.gob.mx/sedena/documentos/fuerza-aerea-mexicana
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/ledf/ayon_c_e/capitulo1.pdf
https://academia.edu/resource/work/39574079
Joaquín Amaro y el proceso de institucionalización del Ejército Mexicano 1917-1931, Martha Beatriz Loyo Camacho, Fondo de Cultura Económica.