21/Nov/2024
Editoriales

Los alcaldes de Monterrey. Trigésima sexta parte

RAFAEL DE LA GARZA, ALCALDE PRIMERO. Año de 1828

 

Retomemos el hilo de Los Alcaldes de Monterrey. En el año de 1828 se había formado en el país un ambiente tenso. Terminaba su gobierno el presidente Guadalupe Victoria, que en lo general había transcurrido en paz, pero en enero de 1827, el padre Joaquín Arenas, intentó iniciar una revolución para restablecer la unión de México a España. La intención apenas estaba fraguándose cuando se supo y pudo controlarse ipso facto, pero desencadenó un encono popular en contra de los españoles, propiciando la expedición de la Primera Ley de Expulsión de Españoles. 

 

Pero la propia ley tenía entre su articulado la fórmula para ser considerado una excepción: no procedía la expulsión de un español si tuviere hijos o esposa mexicana. Así que muchos -en el ínterin- se casaron con mexicanas con el propósito de permanecer en el país. 

 

Estaba Santa Anna detrás del Plan Rincón

Posteriormente, en junio de 1827, hubo otra intentona llamada ‘Plan Rincón’, firmado en Veracruz por Manuel Rincón, y detrás de él estaba Antonio López de Santa Anna. Este plan sólo desconocía el gobierno de Guadalupe Victoria, sin hacer alguna propuesta. Santa Anna comenzaba a jugar al ajedrez político pues esperaba conocer la opinión de los diversos grupos políticos y militares para incorporarse al más poderoso.

 

Impulsa el vicepresidente Nicolás Bravo el Plan Montaño;

de nuevo recula Santa Anna

También, en diciembre de ese mismo año, mediante el Plan Montaño dado en Otumba, Estado de  México, hubo otro alzamiento más. Lo peligroso era que lo dirigía el vicepresidente Nicolás Bravo y estaba enderezado, como los otros, en contra el presidente Victoria. Antonio López de Santa Anna, ya siendo factor importante, prometió apoyar a Nicolás Bravo pero al ver que las tropas del gobierno eran dirigidas por Vicente Guerrero, de gran prestigio y carisma popular, abandonó a Bravo quien fue vencido y desterrado.

 

Advierte Mier y Terán peligro de invasión norteamericana con superioridad militar

Al unísono, la Expedición de Manuel Mier y Terán por la frontera con Estados Unidos, alertaba por la militarización de la ribera norteamericana del Mississippi y la nula presencia militar de México en su frontera, de una inminente invasión. Los poderosos barcos de vapor que navegaban por el Mississippi, los acorazados de metal y la modernidad de su armamento evidenciaban una gran ventaja en capacidad de fuego, pues los mosquetes nacionales se cargaban por la boca y en cada tiro debían vaciarse de fulminante, pólvora, y perdigón, perdiendo unos tres minutos para volver a dispararse, casi con la misma tecnología de las armas de Hernán Cortés en 1519.

 

Por si fuera poca la desventaja militar, el excursionista alemán Humboldt inocentemente entregaba al gobierno de Estados Unidos copias de los mapas de México que señalaban a Monterrey como la principal puerta al centro del país.

 

Preparaba España una reconquista de México a sangre y fuego

Además se recibían noticias de La Habana acerca de que el gobierno español preparaba una brigada para reconquistar México. Hasta se sabía que el desembarco sería al norte de las Boca del Pánuco y San Luis (Galveston). De suerte, la expedición se retrasó hasta 1829.

 

En nuestra tierra, pese a las amenazas y revueltas nacionales, en Nuevo León los gobiernos de José María Parás (1825-1827) y Manuel Gómez de Castro (1827-1829), transcurrieron en paz, aunque junto con el resto del país se padecieron las consecuencias de las convulsiones políticas.

 

Eligen a Rafael de la Garza como alcalde primero de Monterrey

Para 1828 fueron electos los alcaldes de Monterrey: Rafael de la Garza, alcalde primero presidente; Don Nicolás de la Garza Guerra, alcalde segundo; Leandro Aguilar, alcalde tercero y Antonio Chávez, alcalde cuarto. Veamos en esta acta su toma de protesta, donde además, se anuncia la pronta llegada de Manuel Mier y Terán luego de realizar la expedición en la que notó la desventaja de nuestro país  frente al poderío norteamericano. 

 

Este militar capitalino era ingeniero minero, insurgente desde tiempos de Miguel Hidalgo, liberal y federalista. Era considerado una de las personalidades más populares de la nación, y fue comandante de los Estados Internos de Oriente (Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y Texas):

 

“En la ciudad de nuestra Señora de Monterrey, Capital del Estado libre de Nuevo Leon uno de los estados mejicanos, a los dos dias del mes de Enero de mil ochocientos veinte y ocho, habiendose reunido este dia para primer Cabildo ordinario a efecto de dar principio a sus tareas el muy Ilustre Ayuntamiento que se compone de los Señores Don Rafael de la Garza Alcalde primero presidente, Don Nicolas de la Garza Guerra Alcalde 2o., Con Antonio Chavez Alcalde 4o… (ausentes) los Señores Don Leandro Aguilar Alcalde 3o… Hiso manifiesto el Señor Presidente estar para llegar á esta ciudad á Excelentisimo Señor General Don Manuel de Mier y Teran y que siendo uno de los principales Gefes a la Republica que viene a estos Estados con comisión del Supremo Gobierno de la Federación se descrimina si se le ha de hacer recivimiento, y caso de hacersele se acuerde de modo en que ha de verificarse y resolviendo por la afirmativa le dispuso que una comisión compuesta de los Señores Carreño y Garcia Davila se encargue de este asunto: y que para cumplimiento se forme una subcomisión invitando a los vecinos y empleados de esta ciudad, comensando esta por los miembros de esta corporación”.

 

Ordena el gobernador Gómez al alcalde De la Garza detener a extranjero sospechoso

Como ya se dijo, todos los españoles eran vistos en ese tiempo como enemigos. Veamos este documento en donde el gobernador ordena al alcalde detener a un extranjero de apellido Kener, a quien en el archivo de Monterrey se le señala como eclesiástico, pero en el Archivo General del Estado de Nuevo León se dice que era comerciante, y fue expulsado:

 

“(2 de enero) 5.- El Gobernador Manuel Gómez notifica al Alcalde de Monterrey que se asegure la persona del extranjero Pablo Kener, eclesiástico de profesión, por considerarlo de conducta sospechosa.”

 

Llega Mier y Terán a Monterrey y “para” en el Hospital Nuevo, hoy Colegio Civil

El alcalde De la Garza indica los preparativos para alojar a Mier y Terán. Se decidió que fuera el Hospital Nuevo, que ya había sido cuartel comandancia en tiempos del emperador Iturbide. Este edificio fue de nuevo cuartel fue remodelado. La brigada de Mier y Terán estaba formada por 4 mil hombres de las tres armas infantería, caballería y artillería, más los cuerpos de apoyo como zapadores, médicos, ingenieros, herreros, armeros, arrieros, geógrafos ; todos estaban siempre listos para el combate

 

“En la Ciudad de Monterrey a los tres dias del mes de Enero de mil ochocientos veinte y ocho reunidos en Cabildo extraordinario en este dia los Señores Garza (Don Rafael) Presidente… que el objeto de la reunion era con el fin de que se determinase y acordase el mejor modo a complementar al Excelentísimo Señor Coronel D. Manuel Mier y Teran; y que la casa en que ha de alojarce dicho Señor”

 

Pide licencia el alcalde Rafael de la Garza

A principios de marzo, sin explicar la razón, el alcalde Rafael de la Garza pidió licencia por tres meses quedando en el cargo Yrineo Castillón, alcalde primero suplente.

 

“(7 de marzo) José León Lobo remite ante el Alcalde primero suplente de Monterrey, Yrineo Castillón, que queda por enterado de la licencia de tres meses que pidió Rafael de la Garza como Alcalde Primero propietario de la ciudad. Se anexa carta donde José Bernardino Cantú, Juan Francisco de Arrese y José León Lobo, del Cabildo Eclesiástico de Monterrey, le comunican a Yrineo Castillón que han recibido el oficio de su nombramiento como Alcalde Primero Constitucional.”

 

Al regreso de su licencia, el alcalde De la Garza ordenó el 24 de junio una limpieza general de la ciudad:

 

“(24 de junio) Alcalde de Monterrey para que libere la correspondiente orden que convoque a los vecinos a la limpieza de las  (acequias) y los callejones de la Juridicción”.

 

Tras su regreso, De la Garza inicia la formación de un Cuerpo de Granaderos

Ante las amenazas de guerra  civil o de una invasión exterior, y con conocimiento de que Monterrey sería un punto estratégico para la defensa del país, para apoyar al ejército de los Estados Internos de Oriente, el Cabildo de Monterrey inició la formación de un cuerpo de granaderos.

 

Los granaderos debían saber calcular ángulos y distancias de los proyectiles

Los granaderos eran un cuerpo especializado que debía manejar un mortero ligero, es decir un tubo con tripié; se cargaba con mecha, fulminante, pólvora y un pesado balín de metal esférico de dos o tres pulgadas de diámetro, compactado con un bastón compresor. Cada mortero era operado por tres granaderos que debían tener estudios básicos de matemáticas para calcular las parábolas que debían trazar los balines para dar en el blanco.

 

Además los granaderos estaban equipados con sable, lanza y el bastón compresor también podía ser usado como arma. Viajaban en un “tren” de carretas de mulas, su tránsito era lento por el peso de los morteros y los balines; y peligroso por la pólvora.

 

Pero los norteamericanos ya tenían granadas de casquillo, es decir preparadas para usarse, solo se introducían en el mortero y con un gatillo se activaban.

 

Funde la Maestranza del Barrio Antiguo, morteros y balines para granaderos

En la antigua maestranza del Barrio Antiguo se fundieron los morteros y los balines, y la gente de Mier y Terán entrenó a los granaderos. También se formaron dos cuerpos de infantería y uno de caballería fijos, es decir, con sueldo, encuartelados y profesionales; y dos de infantería de reserva -vecinos voluntarios- que realizaban sus labores cotidianas y solo en caso de necesidad se unían al grueso del ejército.

 

“En la Ciudad de Monterrey a los 16 de Julio de Ochocientos veinte y ocho reunidos en cabildo de este los Señores Garza Presidente… facultar al Señor Presidente para que nombre convinieron del para que forme la compañía de granaderos. Firmas”

 

Se levanta en Monterrey un censo de armas que podrían utilizarse en caso necesario

Se mandó hacer un censo de armas, para cuando el gobierno municipal tuviere una necesidad inminente y faltaran armas oficiales, pudiera pedirlas prestadas a los particulares a cambio de un vale, cobrable en caso de que el arma se perdiera o destruyera en el combate, vemos varias localidades de Monterrey en donde se reportaron armas:

 

“(20 de septiembre) Documento que contiene varias listas de ciudadanos que han manifestado las armas, conforme a la circular promovida por el Gobierno de Nuevo León, en Monterrey, Valle de San Pedro, Labores Nuevas, [Asienda] de San Rafael, San Jerónimo, Estancia de los Tijerinas, Topo de los González, Topo de los Ayala, Hacienda de San Francisco, Hacienda de Pesquería Chica, Hacienda de la Estanzuela.”

 

Participa Nuevo León en las elecciones presidenciales 1828

En septiembre se celebraron las elecciones para presidente de la república. Nuevo León votó por Anastasio Bustamante quien quedaría en tercer lugar; el primero lugar lo obtendría el moderado Manuel Gómez Pedraza quedando presidente, y el segundo Vicente Guerrero, de vicepresidente. Los liberales radicales partidarios de Guerrero se inconformaron con el resultado y armaron una revuelta, apoyando al llamado Plan del Perote encabezado por López de Santa Anna. 

 

Coadyuva el alcalde De la Garza a impedir que se divulgue el Plan del Perote

El alcalde remite al juez federal Juan Ussel y Guimbarda a un sujeto de alias “Banderas” que traía un ejemplar de este plan; también hace saber al juez federal que la cárcel municipal estaba escasa de grilletes:

 

“Juan [Wsel.] y Guimbarda notifica a Rafael de la Garza, Alcalde de Monterrey, que se ha remitido en ese juzgado al reo Bernardo Contreras, alias "Banderas", con un pliego rotulado al Comandante Gral. del pueblo viejo de Tampico y nueve pesos dos reales. También, ratifica la existencia de sólo dos pares de grillos y no de cinco como se lo señalan en oficio anterior.”

 

Carta de Guadalupe Victoria a Mier y Terán

Los actos realizados en la trágica Toma de la Acordada y el Asalto al Parián de la Ciudad de México trajeron consecuencias funestas para el país, al destruir nuestra incipiente democracia. Queda claro que las balas contaron más que los votos, y ese proceso los narra Guadalupe Victoria a Mier y Terán en esta misiva: 

 

“(6 de diciembre) Reciba V. Con mi amistad en esta que sin orden ni concierto le remito, el triste cuadro de lo ocurrido desde el día ( ) hasta el seis, ha acaecido en la ciudad federal = El 30 noviembre se pronunciaron en esta capital los batallones de cívicos, el de tres villas y varios piques de la guarnición; simultáneamente se apoderaron de la acordada, ciudadela y Chapultepec, haciéndose del parque y toda la artillería excepto la batería de salvas que se hallaba en palacio: El 1º pidieron al supremo gobierno la expulsión absoluta de los españoles y el destierro de Pedraza en el término de 24 horas: inmediatamente el palacio de gobierno se opuso a esta solicitud oponiendo una (fuerza) del batallón de artilleros de Toluca. (Lo demás es ilegible) Y unió sus votos con el General Lobato, Coronel Santiago García, el Gobernador Lorenzo de Zavala, que mandaba en jefe: El día 2 viendo los liberales que el gobierno no accedía a sus indicaciones rompieron el fuego y quedo entablado el combate: El 3 de la carga (cga) fue más fuerte aunque se suspendió la oración, los liberales para cuando amaneció eran ya dueños hasta el Colegio de la Niña, Hospital llamado (ilegible) y todas las cuadras que dividen hasta la línea de San Francisco, Monte Pío y calle de Santa Isabel. El cuarto día (de Santa Bárbara) celebraron la artillería su fiesta con una completa victoria: Los libres hicieron su último esfuerzo cargaron todas sus fuerzas así al centro de la ciudad, sus miras de localización, pues que por esos momentos se posesionaron de la torres de catedral. (lo demás es ilegible) El ministro de la Guerra Manuel Gómez Pedraza, tuvo la poca vergüenza, de fugarse la noche anterior, dejando así burlado al gobierno y a sus amigos: este triunfo fue poco celebrado, porque la terquedad del gobierno en no capitular, sino en rendirse a discreción, dio margen a que la plebe desordenadamente saqueara el Parián, la casa de la Miravalle donde V. vivía y algunas indistintamente dieron a la revolución un aspecto horroroso, que no pudieron evitar los liberales, pues aún se hallaban batiendo con el gobierno cuando el leperaje se sublevó al saqueo; sin embargo ayer se ha restablecido ya el orden y la policía todo lo vuelve a su primitivo ser”

 

El gran error histórico del Congreso al no convocar a una nueva elección

El Congreso de la Unión falló pues en vez de repetir la elección, ante la ausencia del presidente; nombró en su lugar al candidato que había obtenido el segundo sitio en la votación, Vicente Guerrero. Y al tercer lugar, Anastasio Bustamente lo nombró vicepresidente para el periodo 1829-1832. Esto inaugura una etapa caótica, pues vino una descomposición que provocó que gobernaran: Vicente Guerrero, José María Bocanegra, un triunvirato (Vélez, Quintanar, Alamán), Bustamante, Melchor Muzquiz  y el electo originalmente Manuel Gómez Pedraza.

 

Se prepara el alcalde de Monterrey, Rafael de la Garza, para defender al país

1828 fue un año de preparación para la guerra de reconquista española. El alcalde Rafael de la Garza cumpliría con sus obligaciones con la milicia nacional y con los preparativos para la defensa del territorio nacional, que sería exitoso en 1829 contra los españoles.

 

Se queda Monterrey sin obra pública por atender las cuestiones militares

No hubo tiempo para obra local pues la defensa de la soberanía era imperativa. Y desafortunadamente a nivel nacional no se pudo establecer un proyecto de nación duradero que protegiera la frontera norte.

 

“Las armas que fabriquemos, otros las usarán”

Este sentencia histórica se convirtió en realidad en Monterrey, pues aunque sea vergonzoso, lo cierto es que muchas de las armas fabricadas y adquiridas en la administración municipal de Rafael de la Garza fueron utilizadas todavía en la invasión norteamericana de 1846, a pesar de la abismal diferencia tecnológica, lo que dejó a nuestro país en una desventaja insuperable.

 

La muerte del alcalde Rafael de la Garza

Rafael de la Garza era un comerciante que tuvo distintos puestos públicos en el gobierno municipal de Monterrey y en el del estado, no repetiría en la alcaldía y murió en la ciudad, en fecha incierta.

 

 

NICOLÁS DE LA GARZA Y GUERRA, ALCALDE SEGUNDO en 1828

 

Como alcalde segundo, además de participar en las comisiones y las actividades cotidianas del Cabildo, Nicolás de la Garza y Guerra era un fedatario público. Aquí vemos una certificación suya de un testamento.

 

“Testamento de José Francisco Ancira y González, natural de la Hacienda de Santa Fee (sic), perteneciente al Mineral de San Pedro de Boca de Leones. Solicita ser amortajado con el hábito que usan los padres de nuestra señora de Guadalupe y sepultado en la Iglesia Parroquial. Designa como herederos universales a sus hijos José Alejo, José Félix, José de Jesús, José María Guadalupe, María Josefa, María Juliana, José Victoriano, José Alvino, José Agapito, María del Socorro. Nombra como albaceas testamentarias a su esposa María del Pilar Amaya, a su hijo José Alexo (sic) Ancira, y a José Mateo Flores y Lajita (sic). Firman: Yrineo (sic) Castillón, José Francisco Ancira. Instrumentales, Juan Bautista de Arizpe, Nicolás José de la Garza y Guerra”

 

Certifica el alcalde segundo Nicolás de la Garza una operación de compra venta:

 

“Escritura de venta. Certificación de venta nacional que realizó Pedro José Morales, Apoderado del Muy Ilustre y Venerable Cabildo Eclesiástico de la Catedral de Monterrey, y a nombre de los herederos del finado Cosme Damián de Arrese, de una casa sito en la plaza Principal conocida con el nombre de Colegio Viejo, a favor la Iglesia Catedral. Firman: Nicolás José de la Garza y Guerra.”

 

LEANDRO AGUILAR, ALCALDE TERCERO en 1828

 

El alcalde tercero era prácticamente lo que luego se llamó un Juez de Campo. Aquí vemos como certifica Leandro Aguilar actos relacionados con la hacienda de San Pedro (hoy San Pedro Garza García) donde reconocemos nombres de colonias actuales de ese municipio:

 

“Escritura de venta. Certificación de venta jurídica que realizaron el Bachiller José Francisco de la Garza Ayala y Pablo Fuentes, de 9 horas de agua con su correspondiente tierra sitas en la Hacienda de San Pedro, y en la Acequia conocida con el nombre de los Ayalas con más dos anconcitos nombrados por barrancas, en San Agustín y Carrizalejo, a favor de Juan de la Garza Ayala, por la cantidad de 625 pesos; incluye la certificación jurídica de la venta firmada por Pedro Nozeda (sic) y fechada el 29 de febrero de 1828 (Folio # 278). Firman: Leandro Aguilar”

 

Determina el alcalde tercero, Leandro Aguilar, colindancias de predios en Mederos

En este otro caso el alcalde tercero Aguilar, participa para determinar las colindancias de dos predios en Mederos lugar que aún conserva ese nombre:

 

“Expediente sobre deslinde de tierras en Mederos por el padre don Vital Martínez y don Jesús Barrera. Juez don Leandro Aguilar.”

 

Antonio Chávez alcalde cuarto, en 1828.

 

No hay una participación específica de este alcalde que lo haga diferente a un regidor, toma parte en las comisiones y en las secciones de Cabildo con voz y voto.

 

 

 

FUENTES:

 

ARCHIVO HISTÓRICO DE MONTERREY 

COLECCIÓN PROTOCOLOS 

VOLUMEN 34 EXPEDIENTE 94

VOLUMEN 34 EXPEDIENTE 99

VOLUMEN 34 EXPEDIENTE 110

COLECCIÓN CIVIL 

VOLUMEN 216 EXPEDIENTE 1

ACTAS DE CABILDO

2 de enero de 1848

3 de enero de 1848

24 de junio de 1848

16 de junio de 1848

20 de septiembre de 1848

LOS PLANES DE LA NACIÓN MEXICANA, CÁMARA DE DIPUTADOS.

México a través de los Siglos, Vicente Riva Palacio y otros, editorial cumbre

 

Historia de México, Lucas Alamán, FCE