21/Nov/2024
Editoriales

Los Alcaldes de Monterrey. Duodécima parte

Joaquín de Escamilla, Alcalde Primero, y Francisco de la Garza, Alcalde Segundo, del 1º de enero al 25 de mayo de 1723 

 

El año de 1723 fue muy complicado. Hubo duros enfrentamientos políticos y personales entre el gobernador Juan José de Arriaga y Brambila, y el gobernador interino Luis García Pruneda y con su hijo, el regidor Juan García Pruneda.

 

Las complicaciones iniciaron junto con este fatídico año, pues los cambios en los mandos políticos fueron extraordinarios. Porque luego de haber logrado la pacificación política, tras cuatro años de gobierno y doce de una fulgurante presencia en el Nuevo Reino de León -como protector de indios y luego como gobernador-, Francisco Barbadillo y Vitoria, fue llamado a la Ciudad de México a ocupar su lugar en la Sala del Crimen de la Audiencia de México.

 

Era un honor para él, así que de buen agrado lo aceptó dejando de gobernador interino al regidor perpetuo Luis García de Pruneda. Vale aclarar que quien desempeñara ese puesto de Regidor Perpetuo era alguien de confianza del Rey, -generalmente recomendado del virrey- y su temporalidad era vitalicia, aunque no hereditaria. No votaba en el Cabildo, pues representaba al Rey -no al pueblo-, pero en cambio, era un importante asesor. 

 

¿Quién fue Luis García de Pruneda?

Luis García de Pruneda, uno de los pocos peninsulares que vivía en el Nuevo Reino de León, nació en García de Prun, Burgos, cursando sus primeras letras en la Península. Había llegado buscando a su tío Domingo de Pruneda, un prestigiado reinero que había sido militar y gobernador de 1676 a 1681.

 

Después de un complicado viaje por España, las Antillas y Cuba, llegó en 1675, participando activamente en varias campañas de pacificación contra los indios especialmente belicosos, a finales del siglo XVIII.

 

Se ganó a pulso la confianza del Virrey para ser Regidor Perpetuo

Sus logros militares fueron reconocidos por el virrey duque de Alburquerque, quien le otorgó el rango militar de general. Con el apoyo del Virrey fue varias veces gobernador interino del Nuevo Reino y se le otorgó el grado de Regidor Perpetuo en el Cabildo de la Ciudad.

 

Además, el gobernador Francisco de Mier encomendó a Luis García de Pruneda la campaña de pacificación contra los indios de la sierra de Tamaulipas, así que era natural que cuando Barbadillo renunciara a fines de 1722 García de Pruneda fuera designado gobernador interino del Nuevo Reino de León en el complicadísimo año de 1723 .

 

Juan, el hijo de Luis García Pruneda, había sido Regidor el año anterior

Al mismo tiempo, Juan García de Pruneda, hijo de Luis García de Pruneda, era regidor en el año de 1722 y, para el año de 1723, el Cabildo de Monterrey eligió a: Joaquín de Escamilla como alcalde primero; a Francisco de la Garza como alcalde de segundo voto; al alférez Nicolás Lozano como procurador general (síndico); a Lucas Peña y Miguel “el sombrerero” alguaciles de vara, es decir jefes de policía; además a Pascual de Reina como alcaide de la cárcel. Veamos el acta.

 

En el nombre de Dios Todopoderoso y de la gloriosísima Virgen María Nuestra Señora y abogada. En la ciudad de Monterrey, capital de este Nuevo Reyno de León, en primero día del mes de enero de mil setecientos y veinte y tres años, el ilustre cabildo de esta dicha ciudad es a saber: el señor general don Luis García de Pruneda gobernador y capitán general en ínterin deste reyno como su presidente y el señor don Juan García de Pruneda, alguacil mayor y regidor en propiedad no habiendo otro regidor al presente por la grave enfermedad de que padece el señor sargento mayor don Antonio López de Villegas alférez mayor y regidor de esta dicha ciudad juntos y congregados como lo han de costumbre para efecto de hacer la canónica elección de alcaldes ordinarios, procurador y demás ministros para este presente año eligió y nombró el dicho señor alguacil mayor al capitán Juaquin de Escamilla por alcalde ordinario de primero voto y al capitán Francisco de la Garza por alcalde en segundo voto y al alférez Nicolás Lozano por procurador general y asimismo eligió y nombró por alguaciles ministros de vara a Lucas Peña, a Miguel el sombrerero y reelige a Pascual de Reina para el cuidado y demás que se ofrezca en la cárcel…”

 

La elección de Joaquín Escamilla olía mal, pues no había quórum

Sin embargo, como puede observarse, la elección tenía el defecto de que el único elector había sido Juan García de Pruneda. La ausencia del regidor Antonio López de Villegas se justificó por enfermedad, pero la ausencia de los demás, como el alferez, (síndico) procurador y alguaciles, fue sospechosa, por decir lo menos. Porque finalmente el único elector fue Juan García de Pruneda hijo del gobernador interino del Nuevo Reino de León.

 

Inicia bien el alcalde Joaquín de Escamilla, en los temas de seguridad y legalidad

La administración de Joaquín de Escamilla tuvo como prioridad fortalecer la seguridad en las veredas y caminos de la comarca de Monterrey. Además trabajó para regularizar las milpas y jacales que había en el cauce del Río Santa Catarina, que legalmente debía ser solo para llevar a abrevar el ganado.

 

Esto fue porque el cauce del Río Santa Catarina ya era un pasaje por donde los indígenas bárbaros que venían de las faldas del Cerro de la Silla, utilizaban para sorprender asaltando a los reineros.

 

Además reclutaba voluntarios entre los reineros, dotándoles de armas, uniformes y caballos para la defensa de la Ciudad. debido a eso, los ataques de los indios eran más en los poblados de la comarca como Guadalupe, la Pastora, San Francisco (Apodaca), San Bernabé y otros, que en la Ciudad.

 

Arriba a la Ciudad Juan José de Arriaga y Brambila con el nombramiento 

de gobernador, e inicia una crisis de gobernabilidad

Pero pronto se rompió la estabilidad política en el Nuevo Reino de León. Llegó el 5 de mayo a nuestra Ciudad, Juan José de Arriaga y Brambila, con el cargo de gobernador.

 

¿Quién era Arriaga y Brambila?

Era un criollo nacido en la Ciudad de México descendiente de familias nobles de México y de conquistadores de Nueva España, estudió en el Colegio de San Pedro y San Pablo de la Compañía de Jesús de esa capital y en la Universidad Pontificia de México.

 

Hombre de experiencia política, ya había sido alcalde ordinario del Ayuntamiento de México; alcalde mayor en Singulica y Tulanzingo -actual Estado de México-, cargo comprado por mil pesos. También había sido abogado de la Sala del Crimen de la Audiencia de México en Tulanzingo, y alcalde mayor de San Juan de Teotihuacán, donde apresó a algunos peligrosos delincuentes y salteadores de caminos. 

 

Su paso por San Juan era recordado por haber impedido que se fabricaran aguardientes y mistelas con substancias consideradas nocivas, pese a que se le ofrecieron grandes sumas de pesos para que disimulara y permitiera su elaboración. Es decir, tenía fama de honesto. 

 

El gobernador interino Pruneda no recibió al gobernador Brambila

Pero al llegar al Nuevo Reino, tuvo fricciones con Luis García de Pruneda, quien deseaba seguir siendo gobernador, y ni siquiera quiso recibir a Arriaga Brambila.

 

Comienzan las pendencias, con una denuncia de Brambila

El gobernador Arriaga y Brambila revisó la elección del Cabildo la calificó de ilegal, mandó copias y denuncia a la Ciudad de México alegando la irregularidad de que un solo elector, el hijo del gobernador interino, eligiera al Cabildo de Monterrey. Además Brambila denunció que de los alcaldes electos ‘uno (Joaquín de Escamilla) no había dado la residencia del ejercicio anterior (sus cuentas públicas no habían sido aprobadas) y el otro (Francisco de la Garza) era analfabeto’

 

La respuesta del interino Pruneda fue hacer valer su jerarquía peninsular

Por su parte Luis García de Pruneda, siendo peninsular, se quejó ante el virrey Juan Vázquez de Acuña y Bejarano, primer Marqués de Casa Fuerte, alegando que ‘era cosa indigna que un criollo fuese gobernador del Nuevo Reino de León’. 

 

La jerarquía política da la razón a Brambila, apresando a Pruneda 

y suspendiendo a los alcaldes Escamilla y De la Garza  

Pero cuando Luis García de Pruneda fue a quejarse a la Ciudad de México, la respuesta fue ponerlo en prisión domiciliaria y ya no volvería a Monterrey sino hasta el año de 1726.

 

Sin embargo, el nombramiento vitalicio de Pruneda estaba firmado por el Rey

La Audiencia de México se solazó suspendiendo a los alcaldes Joaquín de Escamilla y Francisco de la Garza; pero no pudo hacer nada más contra Luis García de Pruneda, pues su nombramiento procedía del Rey.

 

Para tranquilizar a las partes, se toma una decisión salomónica

Mientras se resolvía el procedimiento quedó como gobernador Arriaga y Brambila y como encargados del Ayuntamiento de Monterrey; los regidores Luis García de Pruneda, y Antonio López de Villegas.

 

Pero cuando fueron a notificar la resolución, ardió troya

El  día 15 de junio de 1723 cuando llegó la resolución de la audiencia, El Capitán de la audiencia de México, Roque Pérez de Salgado acompañado del gobernador Juan José de Arriaga Brambila y testigos militares y civiles notificaron a todo el Cabildo -incluido desde luego Juan García de Pruneda-, de la resolución temporal. Finalizada la notificación, el regidor Pruneda explotó golpeando en la mesa gritando que a ‘hombres de su tamaño no se les notificaba tales autos’. 

 

El enfrentamiento a golpes entre los gobernantes

En respuesta, el gobernador Arriaga le tomó de la corbata zangoloteándolo y diciéndole a gritos que ‘era un pícaro de pocas obligaciones y de ninguna honra’ y lo amenazó con ejecutarlo por ‘inobediencia’.

 

Juan García de Pruneda ante la amenaza soltó una carcajada. Acto seguido, lleno de ira el gobernador Arriaga y Brambila abofeteó y pateó a Juan García de Pruneda. Luego se levantó el acta y se enviaron copias a la Audiencia y al Virrey.

 

 

Juan García de Pruneda y Antonio López de Villegas, Regidores que Administraron la Ciudad del 25 de mayo al 31 de diciembre de 1723.

 

Desde el inicio de la administración dual de García de Pruneda y López de Villegas, se iniciaron los trabajos de la construcción de caminos a los diferentes poblados de la comarca de Monterrey; se hizo el “camino de carretas” de los Topos, a San Bernabé. 

 

Se amplió también el camino Cerralvo-Boca de Leones- Candela y de ahí a las recién colonizadas tierras de Texas. 

 

También se amplió el Camino Real  que venía desde la Rinconada para internarse por la ciudad por las actuales calles de Hidalgo (hasta la Plaza Zaragoza) y luego Abasolo; se amplió el vado que iba a Guadalupe, de donde partía el camino de carretas al Cañón del Huajuco, Linares y a las indómitas tierras de ‘los tamaulipas’.

 

Los regidores García de Pruneda y López de Villegas también mejoraron el abastecimiento de agua en la Ciudad de Monterrey, limpiando, ampliando y extendiendo la red de acequias.

 

Se arreglaron las calles de la Ciudad a las que se les agregó un pequeño canal para que el agua corriera y no se estancara. Se remodelaron los edificios. Además se construyeron dos nuevos pósitos (almacenes de grano) que se sumaron al antiguo fabricado por Martín de Zavala.

 

Se instala una pequeña fábrica de pólvora

Parece ser que en un predio cercano al cruce de las actuales calles de Valentín Gómez Farías y Matamoros, en el Barrio Antiguo, se construyó una “asentista” (oficina) de la Real Fábrica de la pólvora, pues pequeñas cantidades de pólvora comenzaron a fabricarse con el azufre existente en el Cerro del Topo Chico.

 

También se instaló un local para el juez visitador de registros de hierros y señales de ganado. 

 

Resuelve la Audiencia en favor del gobernador Brambila

La resolución final de la Audiencia, fue salomónica y oportuna en tiempo, pues llegó a fines de noviembre de 1723; en ella se ratificaba a Juan José de Arriaga y Brambila (que sólo duró hasta 1725); se ordenó al Cabildo de 1823 elegir el Cabildo de 1824 sin que nadie pudiera ser reelecto. Sin embargo contra Juan José De Arriaga y Brambila se le seguían otras causas.

 

Compensa la corona a Luis García de Pruneda con la gubernatura de Coahuila

El sistema político novohispano podía sobrevivir a los enfrentamientos internos, porque siempre buscaba el equilibrio, es decir, el que pierde, no pierde todo. Así, en 1738 Luis García de Pruneda fue, sorprendentemente, nombrado gobernador de Coahuila. Sin embargo, no llegó a tomar posesión, pues cedió el cargo de gobernador de Coahuila a su  hijo, Juan García de Pruneda, quien lo ejerció bien hasta 1744. 

 

Muere Luis García de Pruneda

En su viaje de regreso a México, para explicar al virrey la decisión de ceder a su hijo el gobierno de Coahuila, Luis García de Pruneda cayó enfermo y murió en la ciudad de San Juan del Río, en el actual estado de Querétaro.

 

Muere Juan García de Pruneda, ex regidor de Monterrey y ex gobernador de Coahuila

Posteriormente, en el año de 1752, Juan García de Pruneda murió en Coahuila, y fue sepultado en Monterrey.

 

En un voltereta de la suerte, cae el ex gobernador Brambila

La suerte de Juan José Arriaga y Brambila se evaporó. Fue acusado por indios, caciques, frailes e Ignacio Guerra, hermano del yerno de García Pruneda, quien le tenía ‘una pasión y odio mortal’ de que, durante su gobierno en el Nuevo Reino de León, cometió muchas arbitrariedades y crímenes.

 

Lo acusaron de esclavizar, tratar y asesinar indios. Incluso se le comprobaron matanzas de hasta 46 indios diarios, motivo por el cual fue condenado a:

 

 “1)… privación perpetua del oficio de gobernador y de cualquier otro relacionado con la administración de justicia. Destierro perpetuo del Nuevo Reino de León y su jurisdicción. Multa de 2.000 maravedíes aplicados, según las Leyes, la mitad para la Cámara de S.M y la otra mitad para el querellante (familias de indios).

2) Por contravenir las Leyes que prohibían el trato y comercio: privación de dicho oficio. Pérdida de todo lo que trató, contrató y las granjerías que tuvo en dicha jurisdicción, más 1.000 ducados de plata aplicados por tercias partes conforme a la Ley, es decir, 2/3 para la Cámara y 1/3 para García de Pruneda que lo denunció.

3) Por dar su consentimiento para las muertes y ventas de indios sin haber hecho causa contra el capitán García de Quintanilla ni otros que las cometieron: multa de 2.000 pesos para la Cámara y 1.000 por permitir que se vendieran los indios por piezas.”

 

Muere Brambila en el oprobio

Esto significó, obviamente, la ruina de Arriaga y Brambila. Se ordenó al Cabildo de Monterrey liberar a los indios e indemnizar a las familias. Pronto el orgulloso Brambila terminó en la miseria y se fue a refugiar a Madrid sin saberse cuándo murió.

 

A pesar de los desencuentros políticos, el resumen del año 1723 

fue favorable para la Ciudad 

Pese a que este año de 1723 fue complicado, pues fueron removidos los alcaldes electos, y se entablaron pleitos jurídicos por el poder, la Ciudad de Monterrey tuvo notables avances. Creció el número de tanto los caminos en su comarca, y a las calles de la Ciudad se les dio mantenimiento; se mejoraron los edificios, y se estableció una fábrica de pólvora.

 

Los alcaldes destituidos pelearon con otros funcionarios, pero hicieron su parte por la seguridad y quienes les cubrieron también realizaron un buen papel. 

Continuará…

 

 

Fuentes 

Archivo histórico de Monterrey 

COLECCIÓN ACTAS DE CABILDO

1º de enero de 1723.

ARCHIVO GENERAL DE INDIAS

Audiencia de México, leg. 566. 

Audiencia de Guadalajara, leg. 173.

Carta de Villalobos al Rey, México, 4 de octubre de 1726,

Carta de Casafuerte al gobernador de Nuevo León, México, 22 de abril de 1724,

Testimonio del escrito de Arriaga, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 204A

Memorial de Arriaga al Virrey (s/f), AGI, Escribanía de Cámara, 204A. 

Sentencia de Arriaga, México, 20 de diciembre de 1729, AGI, Escribanía de Cámara, leg. 204A.