08/Oct/2024
Editoriales

Los Alcaldes de Monterrey. Décima tercera parte

Alonso García Cuello, Alcalde Primero, 1724

 

Ya vimos que el año de 1723 fue complejo en materia política. Desde que se fue el gobernador Barbadillo sucedieron, entre otras barbaridades, que un solo regidor eligiera al alcalde de la Ciudad. El gobernador Arriaga y Brambila (le llamaremos sólo Brambila) impugnó tal elección, y el regidor perpetuo Luis García y Pruneda (le llamaremos Pruneda) objetó su designación -la del gobernador Brambila-. Se armó la bronca y hubo de intervenir la Audiencia de México deponiendo a los alcaldes electos, encarcelando a Pruneda, y dejando a dos regidores a cargo del gobierno de la ciudad.

  Sin embargo, pese a los pleitos políticos, la Ciudad avanzó y al año siguiente, el de 1724, se renovó el  nuevo Cabildo en circunstancias extraordinarias. No votaron los regidores Juan García de Pruneda y Antonio López de Villegas, que realizaban las funciones de alcaldes. En ese contexto, se eligieron como alcalde primero a Alonso García Cuello y como alcalde segundo a Andrés Guerra:

  “En el nombre de Dios Todopoderoso y de la Santísima Virgen María Señora Nuestra concebida sin pecado original. En la ciudad de Monterrey, en primero día de el mes de enero de mil setecientos y veinte y cuatro años, el ilustre cabildo de esta dicha ciudad estando juntos y congregados conviene a saber: los señores regidores y el señor general don Juan Joseph de Arriaga gobernador y capitán general de este Nuevo Reyno de León, presidente de dicho ilustre cabildo, juntos y congregados para efecto de elegir alcaldes ordinarios para la buena administración de esta república tuvieron por bien de nombrar por tales alcaldes ordinarios a los señores el capitán don Alonso García Cuello y al capitán don Andrés Guerra a quienes se les hizo notoria dicha elección y dijeron cada uno por lo que le toca, aceptaba y aceptó dicho cargo de que hicieron juramento como se acostumbra, de usar bien y fielmente dicho cargo quedando electos canónicamente por procurador de esta dicha ciudad Lucas González Hidalgo quien por no hallarse presente no hizo el juramento que debe hacer y asimismo para alguacil de guerra Marcos de Ochoa y para ministros ejecutores [a] Javier de la Garza y Cristóbal de Villagrán a quienes mandaron dichos señores de este ilustre cabildo que se les de noticia para qu luego comparezcan, acepten y juren dichos cargos y se les entreguen las varas. Así lo proveyeron y mandaron y firmaron con dos testigos de asistencia por no haber en esta ciudad escribano de cabildo ni real de que dan fe. Juan de Arriaga y Brambila. Alonso Garzía Cuello . Antonio López. Andrés Guerra. Francisco Báez Treviño. Francisco Antonio Dábila. Joseph de la Mota. Pedro de Lizondo. Juan Caballero de los Olibos. Nicolás de Ayala. Francisco Xavier Flores. Testigo, Lucas Pérez. Testigo, Diego de Alemán.”

 

¿Quién era el alcalde García Cuello?

Alonso García Cuello, era un saltillense sargento de caballería, con estudios de derecho cursados en Ciudad de México.Su administración estuvo marcada por los juicios que la Audiencia de México tramitaba contra el regidor perpetuo Pruneda por manipular las elecciones municipales, un delito considerado menor en aquel tiempo. 

 

Participación jurídica del alcalde García Cuello, coadyuvando con la Inquisición

En cambio, como habíamos dicho, el expediente del gobernador Brambila se complicó, pues si Pruneda solicitaba la revisión de su nombramiento, luego le acusaron de: esclavismo, despojo de tierras, fraudes, impago de deudas, y asesinato de indios bautizados. Este último era un delito de jurisdicción del Santo Tribunal de la Defensa de la Santa Fe y de la Santa Inquisición, conocida como ‘La Inquisición’, y el alcalde García Cuello coadyuvó con esta autoridad eclesiástica reuniendo pruebas.

 

Por qué eran graves los delitos del gobernador Brambila

Esto era muy grave porque los Reyes de España estaban comprometidos a guardar la vida de sus súbditos y la seguridad de sus bienes, auxilio en caso de enfermedad o hambre, y era un delito mayor matar indios bautizados, pues se contrariaba el pacto social y el compromiso con la Iglesia Católica.

 

Qué le exigía la corona a los indios bautizados

Desde luego, la ley protegía a los indios a cambio de lealtad, y de un tributo que podía ser la quinta parte en lugares muy pobres, o un doceavo en los nuevos. Por su parte, los indios bárbaros recién civilizados tributaban un peso al año, además, desde luego, de ser fieles a la doctrina católica. 

 

Se estrena un alcalde de Monterrey como autoridad

coadyuvante de la Inquisición

El Tribunal de la Inquisición estaba en Ciudad de México, pero había sedes regionales donde también se dictaban sentencias. La correspondiente a Monterrey estaba en Parras, donde había un juez que desahogaba los juicios, determinando inocencia, culpabilidad o inexistencia de la herejía o delito. Estas instancias se podíam auxiliar de alcaldes y sacerdotes como jueces de preparación, es decir, que ellos recababan pruebas, testimonios y decomisaban los objetos prohibidos.

 

Alonso García Cuello en su calidad de alcalde de Monterrey, funge como juez

de preparación de la Inquisición en el juicio contra el gobernador Brambila.

 

Veamos este documento del Cabildo de Monterey dirigido por García Cuello donde se pide al Párroco de Monterrey, que solicite al Cabildo eclesiástico de Guadalajara, una copia de un texto sobre las  leyes de libertad de los indios, para poder determinar las faltas en las que Brambila había incurrido:

  ‘El Cabildo justicia y regimiento de esta Ciudad, (ilegible), requiere a don Juan Bautista de Arellano, Cura en encomienda, Vicario y Juez Eclesiástico de esta Ciudad y Comisario del Santo Oficio de la Inquisición, sobre sea la censura del venerable señor deán y Cabildo sede vacante de la catedral de Guadalajara, dictada contra el Gobernador Brambila, sobre libertad de los indios. Se expone una amplísima definición del concepto libertad y del estado de los indios de este Reino, transcribiéndose, además, el texto del parecer que don Martín de Zavala pidió a fray Francisco de Rivera y que aparece (ilegible) en la historia que a mano escribió el capitán Alonso de León, de la conquista de este reino, desde el folio 52 vuelo hasta el 57 que para en poder de dicho señor gobernador don Juan de Arriaga Brambila. Firman el acta Alonso García Cuello, Andrés Guerra, Antonio López de Villegas, Francisco Báez Treviño, Francisco Antonio Dávila, Juan Caballero de los Olivos, Nicolás de Ayala, José de la Mota, José Cayetano de Ayala, Juan Botello, Juan García de Quintanilla, Pedro de la Barreda y Ebra, Juan Francisco García y Diego de Iglesia, Escribano de Gobernación y de Guerra. Monterrey, 6 de mayo de 1724’.

 

Otra acusación grave contra Brambila investigada por el alcalde García Cuello

 

“…se vendían las mujeres e hijos de los indios. Monterrey, 28 de abril de 1724, Este comisario general de la Santa Hermandad (de apellido Vivanco) afirmaba que le habían avisado de que en el Real y Minas de Boca de Leones  habían ahorcado a un indio cristiano y que sus huesos andaban rodando por el campo y lo mismo había ocurrido en varias partes de ese territorio. Para la averiguación de lo referido examinó a varias personas, todos vecinos de Monterrey, entre ellos el labrador Juan de la Mota. 

Éste refirió que era Brambila quien había dado las órdenes para las muertes y estragos que habían sucedido en los pueblos, rancherías, montes y despoblados y, aunque esto era público y notorio nadie se atrevería a manifestarlo porque (Brambila aseguraba que) el virrey estaba conforme con lo hecho. Ninguno de los interrogados quiso firmar estas declaraciones, por lo que Vivanco fué a México, por tener noticias de que había personas que podrían ser examinadas sin que lo estorbara dicho gobernador.

 

Investiga el alcalde García Cuello más hechos delictuosos

del gobernador Brambila

 

‘Fray Sebastián de Torres reconocía que por acá hay mucha carnicería de indios e indias, que han ahorcado 63 personas y las más sin confesión.” Le participó  que el capitán Juan García de Quintanilla (por instrucciones de Brambila) esperó a que él se fuera a decir misa para ahorcarlos sin confesión y sin culpa”’

 

Solicita el gobernador Brambila una relación de lo que le reclamaban

Brambila seguía siendo gobernador mientras era procesado, y seguía cometiendo crímenes contra los indios alegando que eran órdenes del virrey. La verdad era que en 1724,  en relación al trato a los indios, el virrey ordenaría a Brambila y en general a los gobernadores y capitanes de todos los presidios y fronteras novohipanos, que ‘no se hiciera guerra ofensiva contra los indios gentiles, sino defensiva y que se les atrajera sin violencia al gremio de la fé católica’.

 

En total, el alcalde de Monterrey Alonso García Cuello desahogó más de un centenar de diligencias en el juicio inquisitorial contra el gobernador Brambila.

 

La audiencia de México, por su parte, le armaba un expediente por despojos, fraudes y deudas vencidas al grado de que, el propio Brambila, pidió una lista de las deudas que se le reclamaban:

  “Juan José de Arriaga y Brambila Gobernador y Capitán del Nuevo Reino de León, presenta una petición para que le mande el testimonio jurídico de la carta hecha por el sargento mayor Don Antonio López de Villegas. Se hace una relación de sus deudas y a quienes debe.”

 

Combate el alcalde García Cuello el alcoholismo

Además de la ardua labor judicial contra el gobernador en funciones, el alcalde García Cuello combatió el tráfico y la fabricación de bebidas alcohólicas prohibidas, por ser antihigiénicas en su fabricación, o porque no pagaban los impuestos correspondientes a vinos, pulques, mezcales y aguardientes legales.

  Por esto se realizaron cateos en domicilios y ‘vinaterías’, además se revisaban los convoyes que entraban y salían de la ciudad:

  “Bandos, Don Juan de Acuña, Marqués de Casa Fuerte, por quanto la detestable malicia de muchos indignos, y desalmados hombres, haziendo con descarado abuso, publico alarde de sus delitos, sin temor, ni respeto á las Leyes, Cedulas Reales, Ordenanza, y otras repetidas prohibiciones, que han introducido, y fe han extendido por todo el Reyno, muchos abdominales generos de bebidas, como son Aguardientes de Maguei, de Caña, de Miel, Cantincara, Ololinque, Mistelas contrahechas, Vinos de cocos, Sangres de Conejo, Vingueles, Tepaches, Mefcales, Guarapo, Vinagarrote, y otras muchas que con femilla de arbol del Perú. (sic) Va dirigido al Governador del Nuevo Reyno de Leon Firmas de el Marqués de Casafuerte.”

 

Las obras del alcalde Alonso García Cuello

En materia de obras públicas, construyó un nuevo camino de carretas que, a partir de la salida al Topo (actual calle Escobedo) tomaba al poniente por donde hoy está la avenida Colón para alcanzar el Cerro de las Mitras, donde había una bonanza minera, no sólo de calizas, sino también de plomo, hierro y algo de plata.

 

Veamos fragmento de un acta de una mina llamada Nuestra Señora de la Candelaria:

 

“Representación de Bernardo de Anzures… sobre propiedad de una mina nombrada como Nuestra señora de la Candelaria que está en el cerro de las Mitras.”

 

La actividad minera en el Cerro de Las Mitras era importante

Veamos el denuncio de dos minas -también sobre el Cerro de las Mitras- una llamada San Antonio y otra Las Ánimas. Las minas en el Nuevo Reino eran en su mayoría a ‘cielo abierto’ como aún se estila en las cementeras, simplemente excavando el suelo para extraer el material en lugar de túneles para buscar vetas:

 

“Denuncia de minas en el cerro de las Mitras, en Monterrey hecho por el capitán don Joseph Baldes, apoderado de don Francisco Galván Caballero una llamada de San Antonio y la otra llamada de las Animas. Don Francisco Galván Caballero, es teniente general, alcalde mayor y capitán de Guerra de la Villa de Saltillo, jurisdicción de la Nueva Vizcaya.”

 

Veamos esta mina de plata donde laboraban esclavos africanos

 

“Una Hacienda de beneficio de sacar plata, así como cuatro negros esclavos llamados Bernardo, Juan, y Blas de Trinidad todos ellos Hermanos. Bienes que fueron propiedad del sargento mayor Antonio López de Villegas.”

 

Este camino también conectó a la Hacienda de los Tijerina importante productora de trigo y maíz donde hoy son aproximadamente, las calles de Simón Bolívar y Aramberri.

 

Combate también el alcalde García Cuello el contrabando de géneros

Hasta este año, generalmente la ropa manufacturada provenía de Saltillo o Zacatecas, pero en este año de 1724 llegaron a la Ciudad géneros de origen desconocido, lienzos de tela para costureras o para particulares que fabricaban prendas. Esto hizo que el alcalde García Cuello estableciera una vigilancia estricta del origen, el precio y la correcta cantidad de tela comercializada:

 

‘Diligencias practicadas entre Don Pedro Pizarro y Coello y Don Diego de Alemán sobre el pago de géneros. Don Pedro Pizarro solicita y pide que Don Diego de Alemán le pague estos géneros’.

 

Interviene el alcalde García Cuello en las reclamaciones 

de derechos sobre indígenas

Pese a que los indios y otras castas gozaban de una dignificación gracias a las reformas borbónicas, aún había castellanos que reclamaban derechos sobre los indígenas. Estos temas se resolvían con la liberación de los indígenas, o asignación de tierras dentro del mismo predio y el remanente se quedaba para el encomendero. El alcalde se aseguraba que los indios fueran libres de vender sus tierras, a excepción de las tierras comunes para pastoreo.

 

“Documento en el cual se hace el reclamo a propiedad de una Ranchería de indios que hizo Valerio Rodríguez en contra de Don Francisco de Barbadillo. En donde dice don Valerio Rodríguez vecino del Real de Minas de las [Savinas], dijo que desde inmemorable tiempo y desde que fué Gobernador el capitán Don Martín de Zavala donó dichas haciendas de minas a su padre el capitán Nicolás Rodríguez con todo y congrega de indios.”

 

¿Quién era Andrés Guerra, Alcalde Segundo, 1724?

 

Andrés Guerra, reinero de origen, fungió principalmente como fedatario en las diligencias contra Brambila, y trabajó para liberar indígenas asegurándose que no volvieran a ser esclavizados. Vivió en Monterrey, dedicado a la agricultura en las tierras al norte de la Ciudad en lo que hoy la calle Zaragoza al norte.

 

Se ha exagerado la fiereza de la Inquisición 

Como habíamos estudiado en la duodécima parte, Brambila fue destituido en 1725, desterrado del Nuevo Reino de León, multado y finalmente murió en la pobreza en la ciudad de Madrid. Pero, a pesar de sus crímenes, no fue ejecutado por la Inquisición. Lo mencionamos porque durante los 291 años que funcionó este Tribunal (de 1521 a 1812) ejecutó a menos de 300 personas -menos de cien por siglo-; siendo mayoría los judíos o luteranos -término genérico para cristianos no católicos- y solo a un indígena don Carlos Ometochtli Chichimecatecuhtli (1539), acusado fraudulentamente. Gracias a ese caso, se prohibió la ejecución de indios ‘por ser muy nuevos en la fe’.

 

En resumen, la administración del alcalde García Cuello fue exitosa

Regresando a la administración municipal de García Cuello, vale subrayar que destacó además del ejercicio de sus funciones judiciales, por la construcción de obras y el cumplimiento de leyes sanitarias y fiscales, pese a estar enfrentado con el gobierno provincial de Brambila. Es a partir de esta administración municipal cuando se establece cierta competencia entre los titulares del Estado y el Municipio de Monterrey. 

 

Alonso García Cuello terminó su administración municipal en diciembre de 1724 y volvió al servicio de las armas en la Nueva Vizcaya, muriendo en Saltillo en fecha desconocida.

Continuará…

 

FUENTES

ARCHIVO HISTÓRICO DE MONTERREY 

ACTAS DE CABILDO 

1º de enero de 1724

COLECCIÓN CIVIL 

VOLUMEN 54, EXPEDIENTE 1, FOLIO 101

VOLUMEN 54. EXPEDIENTE 1. FOLIO 102

VOLUMEN 54. EXPEDIENTE 1.  FOLIO 103

VOLUMEN 54. EXPEDIENTE 1. FOLIO 108

VOLUMEN 54. EXPEDIENTE 1. FOLIO 113

VOLUMEN 54.  EXPEDIENTE 1. FOLIO 114

VOLUMEN 54. EXPEDIENTE 1. FOLIO 20

COLECCIÓN BANDÓS

VOLUMEN 5. EXPEDIENTE 1. FOLIO 16

ARCHIVO GENERAL DE INDIAS

Certificación de Juan Álvarez de la Plata, México, 11 de diciembre de 1725, Audiencia de Guadalajara, legajo 118.

Memorial de Arriaga al Virrey (s/f), Escribanía de Cámara, 204A. 

Certificación de los Oficiales Reales de México, México, 15 de febrero de 1730,

Audiencia de Guadalajara, leg. 173. 

Petición de Juan de Meñaca en nombre de Juan José de Arriaga al Rey (s/f)