El pasado 13 de Mayo apareció en prensa local una fotografía, tomada en General Terán por un joven llamado Omar Ortiz el día 10 de Mayo anterior, alrededor de las 21:00 horas. En ella se aprecia un paisaje campirano clásico de la región, con colores especiales en el cielo de tonalidades violeta y la luna también se ve de color diferente. Esto coincidió con otras gráficas publicadas en Chihuahua, Sonora y Zacatecas interpretándose que ciertamente se presentó una aurora boreal en esta parte de la Tierra.
¿Qué es una Aurora Boreal?
Las luces de la aurora boreal, o austral, son en realidad la forma visible de la ‘radiación solar’. Son generalmente visibles desde el Polo Norte (90° N) hasta los 60°N (Oslo), y en algunos casos alcanzan los 40º N (Norte de Japón, Estambul, Turquía, Plasencia, España, Filadelfia y Denver, en Estados Unidos). Y en el hemisferio sur también se ven, del Polo Sur (90° S) a 60° Sur (Isla Elefante, en Antártica), también se han visto en los 40° S (Valdivia, Chile, y Tasmania, Australia). Recordemos que el ecuador es el grado 0º común a los dos hemisferios, lo que explica esta simetría.
¿Por qué hay auroras boreales de colores diversos?
La coloración de las auroras boreales y australes varían según la composición de la atmósfera. Cuando está limpia se presenta en tonos que van desde el amarillo hasta el violeta, el más común es el verde, cuando abunda el hidrógeno en la atmósfera, y rojo cuando domina el oxígeno luego de una lluvia. Ahora los polvos y contaminación pintan las auroras de un color cobrizo, que ya no es tan ‘vistoso’.
Los daños de las eyecciones de radiaciones solares, que originan el fenómeno
En el año de 1859 se produjo una gran eyección de ‘radiación solar’. Inició el 28 de agosto, observándose en áreas subtropicales. El pico de mayor intensidad fue el 1 y 2 de septiembre, provocando fallas en los sistemas de telégrafos en toda Europa y América del Norte. En los lugares más nórdicos como Nueva York, los cables del telégrafo se quemaron.
Tormenta solar Evento Carrington
A esta tormenta solar se le conoce como Evento Carrington, ya que fue descrita, analizada y fotografiada por el astrónomo Richard Carrington. Al evento Carrington se le calcula una magnitud de 4G, escala para medir el grado de radiación solar que nos llega y va desde 1G hasta 5G. La diferencia entre la tormenta del evento Carrington nivel 4G y la actual es que aquella golpeó directamente a la Tierra, y la actual apenas rozó el campo magnético del planeta.
Nuestra tormenta solar actual
Olvidaba recordarle a usted que el 7 de Mayo pasado fuimos impactados por una tormenta solar que se llama ar3664 -por la zona del Sol donde se encuentra-, proveniente de una hendidura que mide 200 mil kilómetros en la corteza del Sol, es decir, 15. 7 veces el tamaño de la Tierra, y que ha alcanzado el nivel 5G. Los dos sistemas de medición fueron rebasados como la escala de “rayos clase X” (que se mide desde 1980) emitidos por el Sol. El máximo histórico era x5.8, y el 10 de mayo pasado alcanzó x7.8. Igual sucedió con la escala que mide la radiación solar que llegó al tope de la escala, es decir 5G.
La actual tormenta solar es muy fuerte
La potencia de las tormentas solares que vivimos en estos momentos ha superado la resistencia del campo magnético de la tierra, llevando las auroras boreales a niveles subtropicales e incluso más allá llegando a ser visibles en los alrededores de la Ciudad de México.
La contaminación lumínica de Monterrey no permitió que disfrutáramos la aurora
En nuestra Ciudad, el fenómeno debió haber sido visible, pero la contaminación lumínica que prácticamente ha eliminado la noche, no permitió ver las ‘luces del Norte’. Además, las Auroras solo pueden predecirse con tres horas de anticipación, tomando de sorpresa a los astrónomos académicos y fotógrafos. Por ello son muy valiosas las bellas fotografías tomadas por fotógrafos ‘afortunados’ que estaban en el ‘lugar correcto’ en el momento correcto, como la que nos referimos en General Terán.
Las auroras boreales mexicanas
La historia de las auroras boreales documentadas en México inicia el año de 1789. No se localizó una narración local, sin embargo, José Antonio Alzate, Francisco Rangel y Antonio León y Gama, los dos primeros polímatas, y el tercero el mejor astrónomo mexicano de los siglos XVIII y XIX, luego de ver la Aurora Boreal del 14 de noviembre de 1789 en Ciudad de México, se dieron a la tarea de recabar testimonios en diversas ciudades del virreinato, entrevistando religiosos e ingenieros militares, las personas con mayor conocimiento de cosmología en esa época, desafortunadamente no se tienen nombres de los entrevistados.
Las auroras boreales en Monterrey
En Monterrey, capital del Nuevo Reino de León, también en 1789, un fraile describió que “las auroras pacíficas aparecen” cerca de las oraciones del ‘véspero’ luego del atardecer, tal vez a las 8 de la noche.
Discuten los sabios
Los debates entre los sabios mexicanos fueron memorables, pues en la Gazeta Mexicana se discutía el origen de las auroras. Alzate y Rangel se inclinaban por la teoría de Lavoisier (luces que vagaban por el universo), mientras León y Gama aceptaba la teoría newtoniana relacionada con la refracción de la luz solar.
Los temores de nuestra población de los siglos XVIII y XIX
Sin embargo, entre la población las cosas eran diferentes, pues al estar cerca del fin del Siglo XVIII, el imaginario popular había comprado la idea de que estos fenómenos se conjugaban con la epidemia de viruela, siendo un anuncio del apocalipsis. Así que las oraciones, confesiones y obras pías se multiplicaron, disipándose hasta el cambio de siglo.
En el año de 1833 volvieron a Monterrey las ‘luces del norte’, ahora como parte de un ‘castigo divino nacional’ debido a la primera reforma religiosa del vicepresidente Valentín Gómez Farías, que permitió la libertad religiosa, lo cual sirvió indirectamente a calmar un poco a los separatistas protestantes tejanos.
‘Fue un castigo divino’
Pero la eliminación del diezmo forzoso y la separación Iglesia-Estado ya ‘enfureció a Dios’ según el pueblo asustado por el vivales de López de Santa Anna. Como hecho a propósito, la señal clara de esa ira divina, fue que apareció la Aurora Boreal, y enseguida una epidemia de cólera. Así que la sociedad reinera se espantó tanto que rechazó al héroe local y federalista Manuel María de Llano como gobernador, y en su lugar aceptaron a Pedro Lemus, un centralista y, desde luego, santannista.
Una aurora boreal en Lampazos
El sacerdote José Trinidad García, párroco de la Iglesia de Lampazos, describió en 1833 la aurora como ‘lumbre’ que aparecía al norte con forma de ‘rayos perpendiculares’. En Nuevo León se puede recuperar una nota en un acta de bautismo con la siguiente anotación: ‘la noche de este día como al mediar la …(ilegible) apareció una gran columna de fuego rojizo con unas ráfagas blancas en dirección perpendicular, abrazando de norte a oriente, no muy ancha; subió bastante hasta nuestro zenit, pero nunca llegó a vernos perjudicados; se fue disminuyendo y retirando por la misma dirección que trajo y al entrar el alba, quedó concluida’.
El mismo párroco García agrega ‘cuatro noches antes de ésta, hubo otra luz menor que yo no vi y por lo mismo no la describo, que se dice que fue de color amarillo’
Algunos datos científicos
Este mes de mayo, se perfila para ser uno de los meses con mayor actividad solar desde 1980, tanto por el número de tormentas solares como por su intensidad. Y la información científica es muy árida para este tipo de textos, acaso diré que el núcleo del Sol concentra partículas subatómicas como: electrones, protones, neutrones, neutrinos, fotones, algunas conocidas y otras por conocer. Estas partículas, por la inmensa presión y temperaturas del núcleo solar, se fusionan en átomos de hidrógeno, helio, litio y berilio. Una gran cantidad de estos elementos se divide en el proceso llamado fisión nuclear -similar al utilizado en las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki-; eyectándose por vía de las manchas solares.
Hablamos de enormes explosiones solares que conllevan grandes cantidades de calor. Otra porción de los elementos escapa al Sol y se dispersa por el universo, o ‘llueve’ en los planetas. La eyección de ‘radiación solar’ sale del Sol disparada como una burbuja-Proyectil que puede dirigirse o no a la Tierra, en cuyo caso llega entre dos y cinco días.
Las tormentas solares, como la que ahora vivimos, se forman cuando un grupo de manchas solares (puntos normales de eyección de material) lanzan grandes cantidades de materia y energía, que comúnmente llamamos ‘radiación solar’ o eyección coronaria, provocando Auroras Boreales intensas y visibles.
La mejor protección la tenemos en el Campo magnético de La Tierra
De esta letal ‘radiación solar’ nos protege el campo magnético de la Tierra que es una serie de capas de energía magnética provocada por la rotación del núcleo metálico de la tierra y que une magnéticamente el Polo Norte con el Polo Sur. Cuando alguna radiación solar logra penetrar el campo magnético de la Tierra, se manifiesta con Auroras Boreales en el Hemisferio Norte y Auroras Australes en el Hemisferio Sur.
Los posibles daños de una tormenta solar 5G
Si en estos tiempos la humanidad enfrentara una tormenta solar 4G o 5G, ello provocaría daños incalculables pues dependemos de la tecnología. La radiación solar ‘erosionaría’ los paneles solares reduciendo su capacidad de generar electricidad y haciendo necesario su mantenimiento o reemplazo. Los Satélites de comunicaciones sufrirían daños, como sucedió en 1994 y en 1997 con tormentas solares 3G que golpearon directamente la tierra.
Pero ya no estamos en el siglo XIX para pensar en la llegada del apocalipsis. La naturaleza es una paradoja de belleza y peligro; la mar con toda su hermosura puede convertirse en poderoso maremoto; el viento que nos refresca, en mortífero tornado o ciclón; la lluvia regalo de vida, nos puede ahogar en una inundación. El propio Sol que es la fuente de vida del planeta se puede convertir en mortífera radiación aunque dibuje hermosas auroras boreales.
Pero nada grave pasará, lo que se presente sólo serán retos que la humanidad vencerá, como siempre lo ha hecho. Sin embargo, como precaución mínima, le recomiendo que no se exponga directamente al sol en estos días.
Fuentes:
National Oceanic and Atmospheric Administration’s Space Weather Prediction Center
Dynamical Neutral Atmosphere-Ionosphere Coupling
NCAR High Altitude Observatory, en Boulder, Colorado
Universidad George Washington
Guía de Forasteros de la Ciudad de Mégico, por Mariano Galván Rivero, Imprenta Santiago Pérez & C a Ciudad de México ,
Un almanaque cronológico, histórico, climático y astronómico de 1855, que ha perdido la portada y portadilla pero tiene clasificación Dewey AY437.E8P4, 1855